Un Amigo, un Hermano, un Tío.

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Chūya ya tenía dos meses de embarazo. Los embarazos en hombres dotados de habilidades eran los más saludables y los que mejor se lograban, incluso más que los embarazos comunes en mujeres.
Chūya podía hacer esfuerzos y demás, pero el bebé no saldría perjudicado. Esa era una ventaja.

Aún no compraba nada para su hijo, consideraba que era muy pronto para eso y en verdad lo era.

Recogía sus útiles escolares después de una larga jornada de clases, y los guardaba en su mochila. Había estado durmiendo las últimas dos clases y aún se sentía cansado. Su primer mes estuvo lleno de náuseas y mareos que ahora eran mucho menores. Ahora tenía algunos cambios de humor, cansancio, olfato sensible y estreñimiento. En efecto, Chūya la pasaba fatal con el estreñimiento.

— Chūya-san, ¿ya nos vamos?—. Preguntó el joven Akutagawa, dos años menor que él, pero era su vecino y siempre se iban juntos camino a casa.

— Oh, Akutagawa. No, quiero decir, sí—. Bostezó. Apenas podía mantener sus ojos abiertos, que accidentalmente tiró su goma de borrar al suelo. Akutagawa la recogió y regresó al pupitre.

— Chūya-san, ¿Te sientes mal? Hace tiempo que no eres el mismo de antes...

Su tono de voz era de preocupación. Él y Chūya, con dos años de diferencia, se criaron juntos. Sus padres siempre fueron muy buenos amigos hasta el final. Ahora ambos son huérfanos que se siguen apoyando, incluso con el mismo gusto de querer convertirse en un profesor en el futuro.

— Que estupideces dices, Akutagawa. ¿Cómo no voy a ser el mismo? ¿Acaso las personas se pueden cambiar así tan fácil?

Respondió fastidiado. El azabache tosió un poco y se colgó la mochila de Chūya en uno de sus hombros. Después de todo, eran como hermanos y al ver a su hermano mayor cansado, quería ayudarlo.

— Vamos a casa, Chūya-san. Así podrás dormir tranquilo. Dime, ¿te has estado durmiendo muy tarde?

Chūya rió. Caminaban hacia la salida, con una conversación para nada interesante.

— No, me duermo temprano. En eso de las tres de la mañana.

— ¡¿Tres de la mañana?! Eso no es saludable.

En ese momento, Dazai abrazó a Chūya por detrás, rodeando su cuello con ambos brazos. Ryū lo miró extraño.

— ¡Chuuuyaaa querido! ¿Te vas tan pronto? ¿Te gustaría ir a divertirte conmigo un rato?

Chūya lo pateó al instante, siendo esquivado por el mismo Dazai. El más joven, Ryūnosuke, no comprendía nada, ni siquiera estaba enterado del embarazo de Chūya.

— Deja de aparecerte en mi vida, idiota. No te necesito.

Le dolía decir eso. Chūya sí tenía ciertos sentimientos hacia Dazai, pero estaba confundido. Tampoco sabía si eso que sentía era amor. Aunque lo fuera, no rogaría a Dazai por ese amor, ni tampoco iba a obligarlo a comprar cosas para su hijo. Ni siquiera le permitiría conocerlo, estaba decidido.

— Vaya, ahora dices que no me necesitas. ¿Ya se te olvidó lo que me dijiste hace unas semanas?

— Cállate, idiota. Olvida eso y lárgate de una vez.

Dazai notaba que Chūya quería mantener en secreto de todos su embarazo. Así que, él quería decírselo al mundo entero para fastidiarlo, pero le daba pereza hacerlo. Tampoco es como si quisiera que los demás se enteraran que tuvo relaciones con Chūya. Seguiría callándolo.

— Bien. Tú lo has dicho—. Sacó unos billetes, y los dejó en un mueble cercano. — No quiero que después hables mal de mí, Chūya.

Se aproximó al de menor estatura, para hablar en susurro.

— Es dinero para que pagues la ecografía y los análisis de sangre. Dijiste que en el segundo mes ibas a necesitarlo.

¿Acaso Dazai estaba preocupado por él? ¿Le importaba su salud y la de su bebé? Chūya se ruborizó sin razón.

— G-Gracias, pero no lo necesito. Yo puedo pagarme esos estudios solo. Una cosa sí te diré, Dazai. Nunca nadie te hará pasar un momento tan apasionado como yo. Te acordarás de mí si sales con alguien más.

Dos meses de embarazo no eran tan notorios para Chūya. Su abdomen seguía siendo casi plano, al menos si lo miraban con camiseta.

Había llegado a comprar algunas cosas en el conbini para preparar su cena más tarde. Akutagawa lo acompañaba. El joven azabache tenía apenas dieciocho años de edad y no le gustaba mucho regresar solo a su casa, así que esperaba a Chūya a dónde quiera que vaya. Lo seguía, como un hermano pequeño a su hermano mayor.

— Akutagawa, ¿Qué comprarás tú para tu cena de hoy?

El pelirrojo tenía una carretilla llena de cosas que le apetecían comer.

— Haré Chazuke. El Jinko de la preparatoria vendrá a visitarme, así que le gusta el Chazuke.

— Es una buena idea. Aún no entiendo cómo es que tienes un amigo de la preparatoria.

— Nos conocimos en la primaria, Chūya-san. Jinko y yo somos el único amigo que tiene el otro.

Respondió serio, echando sus cosas en su canasta. Chūya sonrió.

— ¿Entonces yo que soy, Akutagawa? ¿No me consideras un amigo?

— No. Chūya-san, tú eres un hermano mayor para mí. Desde que nuestros padres murieron en el mismo viaje... Chūya-san siempre me cuidaste y protegiste, cuando tenías dieciséis años y yo catorce. A-Aún no he encontrado la manera de agradecerte pero...

Chūya lo abrazó, dejando de lado su carretilla. Acarició la parte trasera y cabellera de Akutagawa mientras lo abrazaba. Se separaron.

— Perdóname por ocultarte cosas, Ryūnosuke. Yo también te considero un hermanito. Lo eres. Así que, quiero que sepas una cosa.

Ryūnosuke se limpió unas lágrimas que habían derramado sus ojos. Estaba dispuesto a escuchar a Chūya.

— ¿Qué cosa?

Chūya sonrió. Siendo discreto, llevó una de las manos del azabache hasta tocar su vientre. Ryū estaba confundido.

— Vas a ser tío. Y serás el mejor tío de mi bebé, Ryūnosuke.

Los ojos grises de Akutagawa se iluminaron, de nuevo lloraba.

— ¿Eso quiere decir que tú... estás embarazado?

Chūya asintió con la cabeza.

— En siete meses podrás conocer al bebé.

— ¡¿P-Puedo comprarle unas cosas ya?!

Preguntó apresurado, con una enorme ilusión de tío.

— Todo a su tiempo, Akutagawa. Aún falta tiempo. Ni siquiera se nota mucho...

— Chūya-san, quiero ser yo el que le compre su primer biberón.

Chūya rió.

— Claro que sí. Sólo, ayúdame a mantenerlo en secreto por ahora. ¿Está bien?





ACLARACIONES.

Ryū y Atsushi NO son novios en este fic. Atsushi sigue siendo menor de edad, y ambos son amigos de la infancia.

Padre Primerizo [SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora