Cap 20. El nombre de mi héroe

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Declaración: no soy dueña de one punch man. ni de sus dibujos, historia o personajes. todo eso le pertenece a One y Yusuke Murata. solo uso los personajes y su universo para escribir un fanfic sin fines de lucro.

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Tatsumaki y Saitama no se volvieron a ver luego de una semana. En el caso de tatsumaki esto se debía al trabajo, entrenamiento y su propia indecisión sobre cómo llevar su relación con Saitama. En este punto, ambos conocían ciertos sucesos claves de la historia de cada uno, se podrían ya llamar casi amigos... o al menos "conocidos cercanos".

Luego de tanto pensarlo, Tatsumaki llegó a la conclusión que probablemente el casi beso fue meramente ilusión de ella; y dejando aflorar un poco su egoísmo, puesto que disfrutaba de su compañía, decidió que no valía la pena evitar a saitama solo por eso; además alguien como Ella jamás le huiría a nadie, así que aceptaría seguir encontrándose con él...mientras así lo dispusieran los hados, y solo para evitar aburrirse; y... tal vez....solo tal vez, incluso podría llegar a ser un mejor amigo ¿cierto?.

Saitama en cambio, a pesar de decidir que todo fluyera; su mente lo traicionaba haciendo que de todos modos terminara analizando su situación, es así que contempló lo que ha vivido últimamente; y deliberó que aquel casi beso había sido un simple impulso de la naturaleza humana, pues en efecto Tatsumaki le parecía atractiva. no obstante, más disfrutaba de su compañia, pues con ella conversaba fluidamente; no lo acosaba, entendía parte de su aburrimiento y no esperaba nada ultra especial de él, porque ella es independiente y busca su propio camino; por esas razones no quería arruinar su floreciente "amistad", por un tonto y fugaz deseo físico, que por cierto...había dejado de sentir con tanta intensidad hace mucho, y se le hacía curioso experimentarlo nuevamente con una fuerza abrumadora. Pero dejando eso a un lado, recordó, que si algo le habían enseñado los mangas, es la importancia de valorar una verdadera amistad. Así que no iba a arruinar eso pensando en cosas extrañas.

Al reconocer que le gustaba su compañía, y ya que ambos sufren del mismo aburrimiento, divertirse juntos sonaba tentador; por eso ahora esperaba reunirse con ella. Pero, justo ahora, que ya le agradaba su compañía no habían podido encontrarse.

A pesar de que él solía verla surcando los cielos de la ciudad de un lado a otro, no le hablaba porque no quería molestarla, pues siempre se veía apurada y ocupada.

Aquel día, desde su ventana, la pudo reconocer en el cielo; el verla volar le hacía cuestionarse ¿cómo sería volar?¿sería divertido? «debe serlo, sino la enana no lo hiciera todo el tiempo...la próxima vez le preguntaré» se alejó de la ventana, se puso su traje de héroe y partió hacia la asociación.

Tatsumaki estaba saliendo de las instalaciones de la asociación con su ánimo de siempre... molesta... porque justamente la interrumpieron cuando estaba haciendo algo que le gustaba. Mientras pensaba en eso, vió en uno de los pasillos un grupo de héroes conglomerados... iba a continuar su camino cuando atisbó una calva, sopesó si valía ir a su encuentro o no, al final por más que intentó resistir... ganó su curiosidad.

Saitama estaba allí junto a los héroes que tenían un pésimo alias, pues después de continuar haciendo protestas el día de hoy finalmente les estaban dando cabida para que expresarán sus descontentos y encontrar la solución. Ya habían aceptado que podían cambiar sus nombres, pero para despachar rápido esa problemática les pedían en ese mismo momento que registraran su nuevo alias... para la mayoría fue sencillo, ya lo tenían pensado hacía tiempo... pero para nuestro héroe favorito la rapidez de la solicitud le dejó en un aprieto, pues no se le ocurría ningún nombre que le agradara.El hombre de la cabina ya estaba histérico porque el héroe no se decidía, estaba gritándole; pero Saitama lo ignoraba acariciando su propia barbilla pensando aún en una opción de alias. Tatsumaki vió todo eso, le pareció ridículo, pero comprendía que estas cosas se le complicaban a aquel hombre y se acercó a socorrerlo. Saitama al verla salió de sus pensamientos y sonrió para saludarla, ella no lo notó porque estaba concentrada en remediar su situación.

Para sanar, tuve que recordarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora