No conviene - Carrera y vos

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-Amor ... -No terminé la frase.

Estaba Rodrigo con una piba que se le había acercado antes, lo había ignorado porque pensé que era una fan, una chica blanca, un poco más alta que yo, de cabello rubio y largo.

En los brazos de Rodrigo, comiéndose casi toda su cara. Ella estaba contra la pared y él con una mano en su cintura y la otra en la pared. Las manos de ella estaban en su cuello.

No entiendo nada... Siento una punzada en el pecho, un nudo en la garganta y el estómago hecho un desastre... No, no se que es esto.

No me acerqué, me quedé ahí parada con su celular en la mano, lo dejé caer. Mis ojos se llenaron de lágrimas y no pensé con claridad, solo me fuí...

Sigo sin entender por qué él la estaba besando así... ¿Hice algo mal? ¿No soy suficiente para él? Miles de dudas pasaban por mi mente, dudas, probabilidades, inseguridades... Algo dentro de mí me decía que en todo esto había algo mal pero mi corazón se estaba rompiendo y yo escuchaba como caía pedazo por pedazo en el suelo.

Lo peor es que Ivan me lo dijo, no quiero ir a casa... No quiero escucharlo hablar y seguro está con Brisa. Tampoco quiero ir con Lautaro o Mauro, le van a decir a Ivan... Solo quiero llorar y sacarme todo esto de adentro.

Me subí a un taxi:

-Buenas noches señorita -dijo el señor mirando atrás

-Buenas noches -dije sin mirarlo

-¿A dónde puedo llevarla? -preguntó muy buena onda

-No sé, solo quiero estar sola -las lágrimas volvieron a salir de mis ojos y noté la presencia de una tercera persona en el taxi

-¿Estás bien? -me tocó el brazo un pibe- ¿____?

A penas ví quien era lo abracé muy fuerte y este correspondió mi abrazo, era Goncho.

-¿Qué pasó ____? ¿Estás bien?

-Solo -me separé de él- ¿Puedo pasar la noche en tu casa? -dije secandome las lágrimas

-Sí obvio, pero dime ¿Qué te pasó? -repitió preocupado

-Algo personal... Después te cuento -bajé la cabeza

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Llegamos a su casa:

-Vos dormís en mi pieza y yo duermo acá -señaló el sillón

-Naah, esto fuera de joda se ve más cómodo -repetí su acción

-Puede que sí -rió- Si querés toma algo mío y te cambias, sino normal, ya te traigo una almohada y una sábana.

-No gracias estoy bien así... Solo dame una almohada -sonreí