LA ÚLTIMA CARRERA - SUPERCORP AU

8

VIII

- Habrá esta reunión, y las chicas están muy emocionadas por poder reunirnos todas después de tanto tiempo.

- ¿Hace cuánto que no se ven?

- Con Gayle si nos vimos, y con Lesli desde que comenzó la pretemporada. Tuve mi victoria y tuvimos una fiesta para celebrar, de ahí no nos volvimos a ver y solo hablamos por mensajes.

- Solo con Sam

- Exacto, y eso porque Sam trabaja conmigo.

- Yo no he tenido una reunión con mis viejos amigos desde hace años, ya perdí la cuenta de hace cuánto.

- ¿Por qué no vienes conmigo?

- ¿Qué?

- Sí, ven. Lesli estará con su nuevo novio francés, y Gayle nos presentará al amor de su vida –Kara se rio incrédula – Y Sam estará con Ruby que traerá a su amiga con derechos.

- ¿Ya son novias?

- ¡No! –chilló la piloto – Ruby dice que no están listas para una relación ahora mismo, pero sí para tener sexo –gruñó haciendo un mohín, el expiloto sonrió y tomó la mano de la piloto entre las suyas dándole un apretón en un intento por consolar.

- Solo tienes que confiar en ella, ya hablaste con ella y le explicaste los pros y los contra, ahora está en sus manos, solo puedes confiar en que sabe lo que hace.

- Lo sé lo sé, pero es difícil.

- Imagina si ahora eres así con ella, cómo serás cuando tengas tus propios hijos.

- No quiero sonar como una tonta, pero nunca me he enamorado y no planeo hacerlo. Estar con el corazón roto y vivir una mentira, no gracias.

- Eso dices porque nunca te has enamorado de nadie.

- Y justamente por eso no quiero hacerlo.

- Cambiarás de opinión cuando te enamores.

- Nunca lo haré.

- Dudo mucho, Luthor. El amor no es tan malo como lo pintan. Porque enamorarse es lo mejor que te puede pasar, encontrar a esa persona en la que puedes confiar plenamente, sentirte amado incondicionalmente, tener alguien con quien compartir tus alegrías y tus tristezas, alguien que tome tu mano en las buenas y en las malas, incluso en los momentos que no parecen ser importantes pero que cuando sientes su mano en la tuya sonríes automáticamente, y pasar todas las fases; cuando no pueden dejar de hablar hasta altas horas de la noche contándose hasta las cosas más ridículas y sin sentido pero que en el momento son tan importantes, y luego cuando no importa que no hablen de absolutamente nada y solo te conformas con estar a su lado en silencio y eso te llena de paz y tranquilidad, eres feliz, con pequeñas cosas como una sonrisa, un mensaje o un desayuno, sonríes, amas. Y eso es lo hermoso, encontrar a alguien que te amé con tus locuras, con tu peor peinado con mal aliento, que esté dispuesto a apoyarte en todo, que sea tu conciencia, que se preocupe. El amor es hermoso, Lena.

- Nada dura para siempre, Kara. El amor se acaba, como todo en la vida.

- El amor no se acaba, el amor agoniza por la falta de cuidado, y por muy tonto y cursi que suene, pero el amor es como una flor. Hay que cuidarla y amarla, hay que protegerla y regarla. Mucha agua le hace daño, muy poca también. Hay que aprender que, como todo en la vida el amor también es y funciona bien por un adecuado manejo del equilibrio entre un amor sano. El amor no funciona solo para uno, porque así no dura y agoniza. Es un trabajo en conjunto –explicó con seriedad –. Imra era esa persona para mí, era el amor de mi vida, la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida, la mujer con la que quería hacer todas las cosas cursis y ridículas que pasan en las películas, quería tener hijos con ella, mudarme a una casa en California, tener nietos y envejecer juntas, hasta que la muerte nos separe. Confié en ella con mi corazón y mi vida, porque cómo podía pensar yo que la mujer que me decía día y noche que me amaba y que quería casarse conmigo me podía mentir a la cara durante años, era imposible en mi cabeza. ¿Cómo podía saber yo que mi mejor amigo se acostaba con mi prometida? Nunca tuve razón para desconfiar de ninguno de los dos; uno me amaba incondicionalmente como amigo desde que éramos adolescentes, y la otra había estado a mi lado día y noche profesado amor infinito hacia mí. Tuve un amor bonito con Irma porque la amé con todo lo que tenía en mí, la amé sinceramente y sin condiciones, y aunque no funcionó y dolió en el momento y durante mucho tiempo más, ahora entiendo que es algo que sucede, aunque duele a veces el recuerdo, pero como dicen; hay tres amores en la vida. El que llega en la adolescencia y te enseña a querer y te llena de ilusiones; el que te enseña el dolor y te aferras a él, aunque sabes que no es para ti y hubieras deseado que fuera para siempre pero te ayudó a madurar; y el que no esperabas que ocurriera pero pasa, y te sana y te hace feliz, el amor verdadero.