2-Sola.

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Al bajar del bus la temperatura era mucho mas fría que en mi ciudad, la niebla era espesa y una llovizna  mojaba cada uno de mis cabellos. Todos los que bajaron junto conmigo comenzaban a tomar distintas direcciones desapareciendo de mi vista, me encontraba sola en la parada de autobuses y me hermana no llegaba, el frió comenzaba a molestar.

Busque mi celular pero la señal estaba muerta, ya eran casi las seis treinta y la luz del día estaba a minutos de desaparecer, las calles no eran tan iluminadas como me gustaría y tenia algo de miedo al estar en un lugar desconocido, sola,  donde las calles estaban desiertas.

Comencé a caminar buscando la casa, tenia una fotografía de mi hermana donde se podía ver algo pero ahora que prestaba atención, todas las casas eran muy parecidas. Seguí caminando, desde donde me encontraba logre ver el mar, continué bajando llegando a una plaza donde podías ver todo el horizonte, las olas golpeaban fuerte, camine hasta la orilla donde había una escalera que llevaba a un sendero muy hermoso. A lo lejos se divisaba una silueta que comenzaba a subir la escalera en mi dirección  y eso me paralizo, no lograba mover mis pies, no me había percatado de que ya estaba totalmente oscuro. Emprendí el paso como pude, mis piernas estaban como gelatina, no sabia donde, a que dirección, lograba escuchar pasos tras de mi, hasta que oí mi nombre y una luz nublo mi vista.

- Camila perdóname. Decía mi hermana mientras bajaba de un automóvil plomo.

- No pasa nada, no importaa. Mentí.

- Marcos me invito a cenar y olvide que venias, en serio lo siento. Repetía.

Al subir al automóvil, Marcos me saludo con un gesto de cabeza nada educado para mi gusto, yo solo le di un hola y eso fue todo. Ellos comenzaron a discutir sobre ropa adecuada para esta época en España, estaba claro que el novio de mi hermana se iría nuevamente a unos de sus viajes eternos donde desaparece sin dejar rastro y es por eso que mis padres no están de acuerdo con esa relación.

Al llegar a casa comí algo y me fui a dormir.

-¡Buenos días hermana! 

-¿Que hora es? Pregunte media dormida.

- Las ocho de la mañana, se que es temprano pero necesito que me ayudes, marcos me invito a españa por dos meses ¿los puedes creer? ¡me iré a España!. Grito toda emocionada.

- Entonces tendré que volver a casa de mis padres. Susurre apenada.

- No, nada se eso, te puedes quedar en mi casa, la cuidas y yo te pago, puede ser tu nuevo trabajo, te encantara, el lugar es tranquilo puedes caminar, hacer lo que quieras, es mas te dejare mi automóvil para lo que necesites. Decía emocionada.

- Puede ser pero..

-Pero nada. Me corto.

- Esta bien. Dije convencida aunque algo triste.

- Puedes traer a un novio si quieres. Dijo con tono coqueto saliendo de la habitación.

 Novio, ¿acaso tengo cara de estar buscando un novio? ¿Por que las personas siempre tienen que estar emparejadas? Yo estoy bien así. Aunque en ocasiones no es tan divertido, ¿sera así como en las películas?, ¿sera así como en los cuentos? ¿como se besa?. Miedo, creo que se llama miedo.                                                                                                                  

A la mañana siguiente Lu y marcos se fueron a España, yo me quede sola, no parecía tan terrible, es mas podría ser perfecto. Decidí  recorrer el lugar, quizá aquel sendero seria el lugar indicado, me puse las zapatillas, ropa cómoda y partí. El dia estaba totalmete soleado, las calles no estaban tan solas como el dia anterior, incluso algunos autos recorian las calles. Comense a caminar, pero relamente no recordaba bien el camino a la plaza del dia anterior, entonces decidi simplemente caminar en cualquier direccion.

- Hola Camila. Dijo una voz de mujer detrás de mi.

Cuando me di la vuelta una chica de pelo castaño unos diez centímetros mas que yo movía una de sus manos en señal de saludo.

- Hola. Respondí tímidamente.

- Soy Maura, Lu me hablo de ti hace unos días. Dijo con entusiasmo.

Vestía ropa deportiva bien ajustada al cuerpo, estaba claro que saldría a hacer algún deporte. Era un poco extaño estar a pasos de una chica tan guapa y yo con mi ropa de hace dos años, la verdad esta es la ropa que usualmente uso en casa, un poco desteñida, algo grande, pero cómoda...

- Epero que solo cosas buenas. Comente.

- Claro, pero bueno te quería invitar a correr por uno de los senderos, fui a tu casa pero ya no estabas, pensé que te gustaría una guía. Dijo sonriendo. 

- Esta bien pero yo no soy buena corriendo, desearía caminar. Admití algo apenada.

Al llegar a la orilla del borde costero había un hermoso restaurante con un gran cartel que decía MAURA con mayúsculas y muy, muy grande.

- Podríamos pasar a comer allí, es mi lugar favorito, yo invito. Dijo Maura mientras caminábamos.

- Señorita Maura. Gritaba alguien dentro del enorme restáurate.

-  Dime Sofia.

- Es su hermano, necesita ayuda, el lugar esta demasiado lleno. 

- Voy enseguida.

Maura me tomo del brazo y corrimos al restaurante, el interior estaba lleno de gente, nos dirigimos a la cocina, que la verdad era un sitio enorme y el calor era insoportable, todos con sus trajes se movian de un lugar a otro sin parar..

-¿Que haces aquí? Pregunto uno de los que cocinaba a Maura muy enojado.

- Sabes que necesitas ayuda. Decía ella  mientras se ponía un delantal.

- ¿Camila me puedes ayudar? pregunto Maura ahora bastante seria dirigiéndose a mi.

- Claro. Le dije. - Pero yo no se nada de cocina. Admití aterreda.

- ¿Sabes pelar papas? Pregunto.

- Si.

-Bien.

- ¿Que haces Maura? Pregunto el muchacho que seguía molesto.

- Solo serán las papas hermano, tranquilo.

Al chico no le gusto nada la idea, su cara era de total disgusto y mas ahora que yo los estaba ayudando, por algunos segundos me miro casi con odio, no entendia nada, solo eran unas papas.

- Espero que tengas el celular apagado. Dijo luego de un rato mirandome directamente a los ojos.

- Mariano déjala en paz. Grito Maura desde el otro extremo.

La extraña sin corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora