3- Corazón.

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Jamas imagine que pelar papas fuese tan doloroso, la cantidad fue monstruosa, el día paso volando. Ya eran las cinco de la tarde cuando la cantidad de gente comenzó a descender y al fin logramos comer algo.

-¿Te gustan las pastas? pregunto el chico sirviendo uno de los platos.

Observe a Maura en señal de aprobación, ella me sonrió.

-¿Te gustan o no? Volvió a insistir.

-Si, me gustan. Conteste algo avergonzada.

-Disculpa a mi hermano, es bastante...especial.

- No te preocupes he conocido gente aun mas... especial. Dije casi sin pensar.

El chico al oír esto me miro por algunos segundos, se puso de pie y se marcho.

-Yo no quería...

-No te preocupes, el es así. Comento Maura negando con la cabeza en señal de desaprobación.

- Ya veo.

- Creo que ya no podremos salir a caminar. Comenzó a decir Maura de repente cuando nuestros platos ya estaban casi vacíos.

- No te preocupes quedan muchos días, podre ir mañana.

- Mañana no te podre acompañar...

- Voy sola, estaré bien. Después de todo ese era el plan inicial pensé.

-Muchas gracias por lo de hoy, en serio nos salvaste, mi hermano es un cabeza dura, no muchos quieren trabajar con nosotros, pocos aguantan su mal humor.

- Es lindo que el restaurante lleve tu nombre. Comente con entusiasmo, para cambiar el tema.

- No es por mi el nombre, es por mi madre. Dijo con tristeza. - Ella falleció hace cuatro años, siempre fue uno de sus sueños abrir un restaurante en este lugar, es por eso que mi hermano decidió instalar uno justo en la orilla del mar. El cambio mucho, antes era alegre, muy sociable, ahora solo trabaja el trabajo es su vida. Dijo pensativa.

- Lo siento. Logre decir.

Ya mas tarde cuando llegue a casa, me sentí un poco mal por estar sola, todo estaba muy grande para una sola persona, era extraño. A las diez ya tenia puesto el pijama. Dos horas después comenzó a llover muy fuerte y decidí dormir.

Al día siguiente el viento soplaba muy enérgico, el cielo estaba totalmente nublado, pero me pareció perfecto para salir a caminar, me pondría una chaqueta bien gordita y ya.

Después de un rato al fin logre llegar a uno de los senderos, desde aquí podías ver el restaurarte y gran parte de las casas. Continué caminando, las olas eran hermosas, quizá demasiado grades porque algunas de las gotitas mojaban mi ropa, al parecer era un día de marejadas. Mas adelante pude divisar una *animita llena de velas blancas, con algunas imágenes y dedicatorias, me acerque para leer algunas y todo estaba dedicado a Maura.

Quizá era la madre de...

De repente una ola realmente grande choco contra las rocas llegando hasta el sendero, mis pies no fueron lo suficientemente fuertes para sostenerme y mantenerme de pie, caí al suelo golpeando mi cabeza contra una roca, me sentí mareada, pero intente levantarme cosa que no sirvió de nada por que otra ola vendría directamente hacia mi, en ese intente pensé que todo terminaría, cerré los ojos.

Cuando sentí que alguien me tomaba en brazos pensé que era un ángel o algo así, pero luego abrí los ojos y no era nada de eso.

- ¿En que estabas pensando? gritaba Mariano -¿Acaso estas loca?.

*En Chile el término animita es utilizado para referirse a un lugar de veneración religiosa o mitológica, generalmente desarrollado como una capilla, ermita, santuario o templete, que recuerda un hecho trágico en espacios públicos.

Anima.

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2015 ⏰

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La extraña sin corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora