Capítulo 4

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—Te lo digo en serio, ese chico es el indicado — mencionó Yibo, mientras su amigo rodaba los ojos.

—De todos los chicos, ¿en serio te gusta tanto él?

Haikuan simplemente no lo comprendía, Yibo le había platicado todo sobre aquel chico de gastronomía de nombre Xiao Zhan, y no entendía porqué era tanta la atracción si ese chico parecía que lo único que quería era rechazarlo, pero Yibo era un necio y aún así lo seguía molestando.

—¡Por supuesto! Zhan será difícil, pero eso lo hace mucho más interesante.

—No vengas llorando cuando te rechace.

Yibo soltó un bufido, cruzó sus brazos sobre su pecho y miró hacía el frente. Allí estaba Zhan, y está vez se encontraba solo, miró a su amigo y sonrió.

—¿Quieres que te lo presente? — preguntó Yibo, Haikuan sabía que aunque él le dijera que no, de todas maneras lo haría.

—Vamos — accedió para no tener problemas.

Ambos caminaron en dirección del chico de piel pálida, estaba distraído al parecer intentado pronunciar algo. Zhan suspiró molestó cuando una vez mas no le salió el maldito acento, ¿cómo es que se le podía complicar tanto?

—¡Maldita sea! — gritó, pero unas risas lo sacaron de sus pensamientos, miró detrás de él y rodó los ojos fastidiado. Era Yibo y alguien más que no conocía —. ¿Vienes a molestar de nuevo?

—¡Oh, vamos chérie! Sé que no te molesto y solo te haces el difícil con mis encantos — Yibo pasó sus brazos por los hombros de Zhan, pero de inmediato el pálido lo apartó —. ¡Cierto! Él es Liu Haikuan, un amigo mío.

—Un gusto, creo... — se encogió de hombros, Haikuan sin prestar suficiente atención.

Zhan soltó un suspiro, ¿cuándo será que Yibo aprenda que no quiere absolutamente nada con él? Tal vez eso no iba a pasar, pero lo soportaría un poco.

—¿Problemas con la pronunciación, chérie? — preguntó Yibo mientras le arrebataba lo que estaba leyendo.

—Tal vez, además, ¿qué te importa?

Haikuan soltó una risa al escuchar eso, para él la escena era de lo más entretenida, solo podía ver cómo Yibo trataba de regalarle sonrisas coquetas a aquel chico pálido, mientras que este solo mantenía su ceño fruncido y sus brazos cruzados, la pareja perfecta, ¿no creen?

—Me importa todo lo que tenga que ver contigo, chérie.

Pues no debería, ¿por qué mejor no te vas y me dejas?

Haikuan no sabía la razón de porqué no tenía palomitas de maíz en sus manos para disfrutar de todo lo que estaba mirando, maldecía al destino, hubiera ido primero por eso y después acompañar a Yibo.

—¿Qué se te dificulta? — Yibo leyó lo que anteriormente estaba leyendo su futuro novio —, ¡esto es pan comido!

—¡¿Pan comido?! Llevo dos horas y no puedo pronunciar está palabra — señaló la palabra para que Wang Yibo la viera.

—Pero es sencillo, aprenderse los colores es muy sencillo — mencionó Yibo —, te tengo una propuesta, chérie...

A Zhan no le gustó para nada como sonó aquello, además, ¿qué clase de propuesta le diría? Solo esperaba que no fuera de noviazgo, porque definitivamente lo rechazaría.

—¿Qué es exactamente?

—Puedo enseñarte a pronunciar — dijo Yibo —, no es difícil, la lengua, el paladar y los dientes te ayudarán fácilmente, solo déjame decirte las técnicas para que tu pronunciación sea igual a la de un nativo de Francia... ¿Qué dices, chérie? ¿Aceptas?

Zhan lo estaba pensando mucho, ¿sería una buena idea? Por una parte sabía lo que sería, porque así podría solucionar los problemas que tenía con la pronunciación, pero por otra parte sentía que era mala idea, pues Yibo podía aprovecharse de la situación.

Aún con los pros y contras, decidió aceptar.

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