Capítulo 14

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Yibo soltó una risa al escuchar la pronunciación de Zhan.

Tendrían un examen en pocos días y Zhan aún era incapaz de pronunciar muy bien algunas palabras, pero era divertido ver los pucheros que hacía cuando se equivocaba. Yibo sabía que estaba mal que se riera de él, pero es que se veía tan adorable que sentía demasiado alegría al verlo.

—¡No te burles! — exclamó Zhan al ver que Yibo seguía riéndose.

—Lo siento, lo siento — Yibo le sonrió —, es que es muy divertido escucharte.

Yibo aún sentía algo de dolor en su rostro y parte de su torso, afortunadamente para él las heridas no eran tan graves, y Zhan fue quién lo curó debido a que no había nadie quién pudiera atenderlo, era muy típico en aquella universidad, podrían tener los mejores profesores, pero aún así no tenían una buena asistencia en la enfermería.

—¿Entonces cómo se supone que debo decir esto?

—Bueno, es de esta forma.

Zhan admiraba como Yibo podía decirlo a la perfección, como si se tratase de su segunda lengua materna, la verdad lo admiraba mucho.

—Es así... ¿Chérie me estás escuchando?

—L-lo siento.

—No importa, solo no dejes que mi belleza te distraiga.

Zhan sintió sus mejillas arder, ese chico si que lograba que su cuerpo reaccionara de distintas formas, cuando Yibo besaba sus labios podía sentir como era un estrago todo dentro de él, miles de veces se preguntaba qué eran aquellas nuevas sensaciones que estaba sintiendo, y es que con cada cosa que decía o hacia, lograba volverlo todo un lío.

—Zhan...

El mencionado lo miró y cuando menos se dio cuenta, Yibo le había robado un beso.

—¡Oye! No puedes seguir haciendo esto.

—Es inevitable, me gustas, ¿qué quieres que haga?

—Que dejes de hacerlo.

—No, no quiero dejar de hacerlo.

Y de nueva cuenta sentía como la calidez lo invadía y subía hasta sus mejillas, odiaba estar así de nervioso cada que estaba con Yibo, odiaba que con cada beso que le daba solo pudiera sentir como se sonrojaba cada vez más, pero debía admitir que le encantaba las mil y un sensaciones que le causaba.

—Te ves muy lindo sonrojado, chérie.

—¡Ya!

Yibo solo se la pasaba riendo, amaba ese comportamiento en Zhan, lo amaba a él también, ¿qué podía decir? Se había perdido definitivamente con aquel chico que siempre utilizaba lentes y cocinaba delicioso.

—¿Sabes, chérie? El cielo es cada vez más bleu cuando te beso. 

—Cállate.

—¡Solo admite que te gusto!

—¡No lo haré!

B L E UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora