DOS

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Ocho intento concentrarse y decidió usar sus poderes mientras peleaba con los ladrones.

Logró controlar la mente de algunos por lo cual los hizo pelear entre ellos, pero no duró demasiado, al poco rato ya estaban liberados de su control, es como si una fuerza más fuerte estuviera arruinando los planes de Ocho, la dos empezaron a cansarse todavía más, los ladrones seguían multiplicándose, al parecer tenían esa habilidad, ¿Pero como?

—Ocho tranquila, mandaremos refuerzos.

Habló Sir. Reginald a Ocho, Ocho asintió con cansancio, sentía que en cualquier momento su cuerpo colapsaria junto al de su hermana, pudo ver como llegaban tres de sus hermanos, al parecer era Cinco, Ben y Diego. Se alegro al verlos, hasta que uno de los ladrones las apuñaló por el estómago a las dos, Vanya fue la primera en desplomarse al piso manchando el piso de su sangre, Ocho la vio pero aguanto un poco más, cuando sus hermanos llegaron acabaron por completo con los ladrones, Ocho aún tenía algo de fuerzas, pero Vanya no, decidió taparle la herida con las pocas fuerzas que le quedaban, al llegar Cinco llevó a Vanya a la academia con su madre, Ocho sonrió al ver que Vanya estaría bien, su madre la podría cuidar.

—Ocho, Ocho, aguanta por favor.

Le decían Ben y Diego en lo que Cinco volvía, Ocho intentaba mantenerse despierta pero era totalmente imposible, lo último que vio fue a Cinco llendo a su dirección, luego de eso de desmayo, sus hermanos se alarmaron pero la llevaron a la academia, al parecer Ocho había perdido más sangre, pero pudo sentirse bien, por parte de los medios de comunicación se les escaparon de nuevo los Hargreeves.

Al cabo de unas horas Vanya y Ocho se encontraron mejor de salud, sus hermanos las fueron a ver. Luego de una semana ambas se encontraban como nuevas, el tratamiento las había ayudado demasiado.

—Vanya y Ocho, aunque regresaron a salvo a la academia, ambas no completaron su misión, así que irán a una más, será la última que haré como parejas, las siguientes misiones serán en equipo.

Decía Reginald, pero Diego protesto.

—Papá, por favor, Ocho y Vanya estuvieron a punto de morir, déjanos ir a los demás.

—no, está bien Diego, aceptamos la misión Padre.

Dijo Vanya convencida a lo que Ocho asintió, las voces de los ladrones atormentaban su cabeza todos los días pero no le decía a nadie.

A ambas las vistieron para poder ir a la misión, esta vez era atrapar a una banda peligrosa en una construcción abandonada, el ambiente era algo tenebroso, pero tenían que superar sus miedos.

—Muy bien, tranquila, solo es una banda no muy bonita pero somos mejores.

Se decía Vanya a si misma intentando calmarse.

—Ocho y Vanya, el primer paso es encontrar a la banda en la construcción, tomen en cuenta que deben de estar preparadas.

Las dos asintieron a lo que Sir. Reginald dijo, Ocho se fue por una dirección encontrándose con un integrante de la pandilla, lo noqueo y corrió para encontrar a los demás, al bajar unas escaleras oscuras se encontro con un zotano que apestaba, en el pudo ver fotos tachadas de muchas personas, le dio algo de escalofríos, siguió investigando ya que no había nadie en la habitación, tocó su microfono para haberle a su Padre.

—Padre el lugar está repleto de fotos de personas, no hay nadie en la habitación, Vanya esta en otro lugar.

Habló Ocho, después de terminar una voz la atormento como era costumbre, pero esta vez era algo extraño.

—Hoy morirás.

Dijo aquella voz, ella sintió raro pero no le tomó importancia, luego de eso sintió unas manos grandes sobre sus hombros.

—que lindo conejito indefenso, tan frágil y tan inocente, ¿Les parece que le quitemos lo frágil e inocente?

Los tipos rieron al verla a ella, pero Ocho tenía otros planes, entró en sus mentes e hizo que ellos empezarán a matarse a sí solos, y así fue, esta vez ninguna fuerza intervino, fue a buscar a Vanya, la construcción era enorme pero su estado estaba de mal en peor.

—Vanya, ¿Qué pasó?

Preguntó Ocho al verla sangrando, Vanya no dijo nada, solo se le miraba algo molesta.

—Ocho se que aceptamos esta misión pero debemos irnos, no es nada seguro para ninguna quedarnos, por favor vámonos, hay una voz que me está atormentando, al parecer quiere controlarme. Lo siento no puedo seguir.

Dijo mientras se tiraba al suelo con la cara agachada.

•Línea Paralela - [Ocho] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora