Capitulo 3: Un recorrido turbulento

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Esperar con Holmes en la estación del tren era como hacer fila con un niño en una máquina de helados.

 No paraba de hablar sobre proteger a Mon Jolie. “Este es nuestro futuro” “El caso más misterioso de toda Europa será resuelto por nosotros” “Soy genial”.

Insistia en que llegaramos una hora antes “solo por las dudas”, y si de una cosa estaba segura, era que estos últimos veinticinco minutos tuve tanta ansiedad como la que he tenido en toda mi vida. El tren debería llegar en los próximos veinte minutos y mientras tanto tome un periódico para leerlo. Al parecer la temperatura en Francia estaba algo baja. Aunque todo parece estar calmado por esos lugares según el periódico internacional.

 El tren se acercaba y era hora de partir. Ambos tomamos nuestras cosas y lo abordamos. Sería un largo viaje pero nuestros boletos eran clase privada para evitar cualquier pelea (según Holmes, pelea mía).

 Mi idea de un viaje calmado y silencioso se esfumo en cuanto Holmes empezó a hablar de nuevo. Mon Jolie esto, Mon Jolie aquello. Aunque un comentario llamo mi atención.

-      Espera. ¿Puedes repetir eso ultimo?-dije cortando su “inspiradora” charla-

-      El mapa está aquí mira adentro de Mon Jolie. Lo encontré ayer en la noche. Al parecer es una serie de acertijos que llevan a los lugares donde están las gemas.

-      Si pero, si Remi iba en su tren hacia Lyon directamente a su espectáculo, ¿Por qué escondería las gemas? Mon Jolie no funcionaba sin ellas.-Mis sospechas de un asesinato fueron casi confirmadas con este dato-

-      Esta letra no es la misma, se nota que quiso ser imitada pero no tuvieron éxito.

-      Bueno, ya guarda a tu Jolie y descansa, son catorce horas de viaje, llegaremos a las diez de la noche así que deberás descansar y  tomar energías.

Le tomo unos segundos darse cuenta que yo tenía razón, pero después el camino fue calmado. Cruzamos la frontera y no hubo ningún problema.

 Estaba a punto de cerrar mis ojos vencidos por el sueño cuando escuche un grito desgarrador que causo que todos en el tren se alteraran y murmuraran entre si preguntándose qué había pasado. Holmes y yo decidimos ir al siguiente vagón, del cual provenía el grito, era el comedor, pero si estaba cerrado a esta hora, ¿Por qué habría alguien aquí? Y si esta persona grito, ¿habría alguien más que le haya causado un buen susto?

 Al entrar vimos a una mujer en el suelo, era una joven adulta de más o menos veinticinco años, estaba en el suelo y en frente de ella se paraban tres hombres vestidos de blanco. El de en medio parecía ser como su “líder” porque vestía un traje y se miraba refinado, los otros dos se paraban detrás de el con cuchillos que tomaron de la cocina.

Holmes intento hacerlos retroceder pero los que tenían los cuchillos lo agredieron intentando herirlo. La mujer escapo mientras pudo y corrió hacia el vagón principal. Los tres hombres sin decir una palabra corrieron detrás de la mujer y empezaron a intimidar a todas las personas en el tren. Los hombres se unieron para hacerlos salir del tren pero nada los detenía.

-      ¡No me importa ninguno de ustedes, quiero a esa mujer!-dijo el líder señalando a la joven-

-      Dinos por qué quieres atraparla y te la daremos-exclamo uno de los señores a bordo-

-      Porque ella me robo un reloj antiguo muy valioso. ¡Es una ladrona!-respondió el líder-

-      ¡No le crean!-grito la joven- Él es un acosador y quiere la reliquia de mi familia para poder venderla y hacerse millonario.

-      ¡Claro que no! Ese reloj es mío y lo quiero de vuelta-dijo el líder muy furioso lanzándose sobre los hombres que protegían a la joven para quitarle el reloj colgante de su cartera-

En seguida interrumpió la presencia de varios policías que había subido al tren por la parte de atrás.

-      ¡Detengan a esos criminales!-dijo uno de los policías mientras los demás hacían que la gente se apartara-

Todas las personas se unieron para agarrar a los criminales e inmovilizarlos, los policías los agarraron y les pusieron esposas y se los llevaron a los carros que habían quedado atrás. El tren ya había frenado pero a estábamos dentro de territorio francés así que debían llamar a las autoridades francesas para que se hicieran cargo de la situación.

 Al parecer esos tres hombres eran criminales reconocidos en Francia por asaltar trenes extranjeros. Eran buscados en todo el oeste de Europa y por fin fueron atrapados. Se los llevaron pero retuvieron el tren unas horas para investigación.

 Mientras tanto Holmes y yo estuvimos revisando el libro de viaje en el tiempo que hablaba sobre Mon Jolie. Al parecer, este objeto tuvo muchos dueños, como el archiduque de Francia, un profesor de primaria, una joven poeta y de algún modo llego a mi padre. Mientras revisábamos la información, un señor se acercó a nosotros y nos dijo que guardáramos a Mon Jolie si no queríamos meternos en problemas al bajar de la estación, ya que los guardias en la estación de Paris solían revisar las maletas de los pasajeros. Estábamos a ocho horas de entrar a Paris y al parecer llegaríamos a tempranas horas de la mañana.

 Un par de horas después los guardias autorizaron que continuáramos el viaje. Todos iban hablando sobre lo sucedido, los guardias también se habían llevado a la joven que perseguían los criminales que se hacían llamar “L’étincelle” (La centella) ya que arrasaban con los trenes y robaban muchos objetos carísimos a una velocidad impresionante, tanto que les tomo años a las autoridades francesas encontrarlos.

 Ya eran las cinco de la mañana y todos iban dormidos, pero yo no podía conciliar el sueño. Sabía que deberíamos enfrentar muchos peligros y resolver muchos acertijos, aunque de algo estaba segura, había una gran posibilidad de que las gemas hayan sido removidas del lugar donde habían sido originalmente escondidas después de la muerte de Remi. Si la persona que las escondió es lo suficientemente inteligente como para esconderlas y que nadie las haya encontrado aún, significa que tiene confianza que sus acertijos y adivinanzas son difíciles de resolver y que no cualquiera podría resolverlos.

 Pensaba muchas cosas mientras veía el amanecer por la ventana. Pensando en que haríamos al llegar. Ya que no teníamos muchas pistas, teníamos a Mon Jolie y un mapa pero no podía ser así de sencillo. Además, ¿cómo esconderíamos la evidencia al llegar a Paris? Eran demasiadas preguntas y muy poco tiempo. Estaba cansada así que cerré mis ojos y me dormí esperando que así el viaje se acortara. Y despertar en la estación con una solución. 

Holmes & WatsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora