Capitulo 4: ¡Llegamos a Paris!

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Me desperté de golpe, Holmes me estaba moviendo el brazo para que despertara. Vi que estábamos entrando en la estación.

-      Puse el libro y a Mon Jolie en esta bolsa, están en el fondo y arriba la tapan unas toallas. Tómala y póntela en el hombro.-dijo Holmes-

Puse el bolso en mi hombro y tome mis maletas. Holmes ofreció llevar la más pesada pero no lo deje, el llevaba más cosas. Cuando nos acercábamos a la salida un guardia detuvo a Holmes y pidió ver nuestros boletos. No hubo ningún problema pero nos vio con mirada sospechosa, nosotros nos mantuvimos naturales como si no estuviéramos muriendo de los nervios. Los guardias de afuera revisaron solo generalmente las maletas, así que no hubo problema.

 Tomamos un carruaje hacia el centro, la verdad es que esta ciudad es muy bonita, nunca había estado en Paris, solo en Lyon y Marsella. Llegamos a una calle muy céntrica donde podíamos encontrar un hotel, pero obviamente antes que eso el señor planificación (Holmes) ya tenía escrita una guía de nuestro viaje. Y según su guía, lo primero que debíamos hacer era tomar un descanso en un café.

 Entramos al primer café que encontramos, el mesero solo hablaba francés, Holmes no entendía nada de lo que decía pero por suerte estaba yo ahí. Después de una amena conversación con el mesero, que por cierto era muy amable, termine pidiendo dos malteadas de fresa y manzana y una dona de chocolate para Holmes.

 Mientras esperábamos, hablábamos en “código” sobre qué haríamos ya que no conocíamos los alrededores y le resultaría fácil a cualquier ladrón timarnos para robar nuestras pertenencias y esa no era una opción.

-      Así que primero tenemos que encontrar la casa de tu tío, ¿cierto?-decía Holmes haciendo énfasis en las palabras claves haciéndolo demasiado obvio-

-      Si, así que al salir de aquí debemos salir de inmediato, mi tía no quiere que nos tardemos en llegar.

-      Está bien, allá podremos hablar tranquilamente acerca de tu hermana-dijo de nuevo haciendo la conversación muy sospechosa-

En ese momento me di cuenta que una persona en la mesa de al lado estaba escuchándonos. Así que con un gesto se lo hice saber a Holmes. El cambio de tema inmediatamente, pero en eso llego el mesero con nuestra orden.

 Mientras comíamos hablábamos de lo bonita que era esta ciudad. Estábamos cerca de una plaza muy grande a la cual iríamos a continuación a caminar un momento. Aun sentía a la mujer viendo cada movimiento que hacía, lo cual me causaba molestia. Así que termine de comer rápido y salí con Holmes lo más rápido que pude sin antes dejar una propina para el buen mesero.

Cruzando la calle llegamos a la plaza y nos sentamos en una banca un poco apartada de las demás personas. Empezamos a pensar en donde dormiríamos. Holmes le pidió direcciones para encontrar un hotel barato a una muchacha que paseaba a su perro, ya que él no entendía tuve que traducir. Ella dijo que el hotel barato más cercano estaba a tres calles al sur de esa plaza, no nos dijo exactamente qué casa era, simplemente dijo “Se darán cuenta cuando lleguen, es la única casa distinta”. ¿A qué se referiría con “distinta”? Talvez diferente estilo de construcción, quien sabe.

 Caminamos hacia nuestro destino, eran más o menos las nueve de la mañana y podría jurar que nos venían siguiendo. Por el sonido de tacones detrás de nosotros sabía que era una mujer, lo más probable es que fuera la mujer del café. Decidí voltear para ver con que me encontraba y efectivamente era la distintiva mujer del café de hace rato. Alta, delgada, cabello rojizo y un abrigo largo blanco que hacia juego con su sombrero. Se sorprendió cuando me vio. Si no fuera porque yo la veía hacia arriba, ella hubiera salido corriendo.

-      Disculpe, ¿se le ofrece algo?- dije muy seria.

-      Si. –me sorprendió que fuera tan directa- Yo se la razón por la que están así. No crean que están pasando por incognitos, hay muchas personas que saben sus motivos de estar en Paris, déjenme explicarles, ¿vienen a este hotel cierto?

-      ¿Cómo sabemos que podemos confiar en usted?-Interrumpió Holmes-

-      Porque yo soy bisnieta de Christopher Remi.-respondió la mujer con una sonrisa en su rostro-

Esa confesión causo un gran vuelco en mi estómago. Holmes y yo intercambiamos miradas y decidimos seguirla. Nos ofreció que nos quedáramos en su casa pero por razones de seguridad preferimos quedarnos en el hotel, ella comprendió y nos ayudó con el hospedaje. El hotel no se veía sospechoso, era grande y cálido y había muchas personas hospedadas en él.

 La mujer dijo que esperaría afuera de la habitación para que desempacáramos si aún sentíamos desconfianza hacia ella. Pero el señor compasión (Holmes) le dijo que podía esperar en el comedor, el cuarto era enorme. Tenía dos habitaciones separadas, un baño, una cocina con comedor y tenía terraza. La vista era esplendida. Valía el precio.

 Terminamos de desempacar y escondimos a Mon Jolie y el libro de viaje en el tiempo debajo de un armario. Dejamos que la mujer entrara al cuarto y nos sentamos a hablar con ella en el comedor, aquí llegaba la parte buena, teníamos menos de 4 horas de estar en Paris y al parecer estábamos cerca de empezar nuestra búsqueda. 

Holmes & WatsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora