Happier

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AU sin quirk

Se recomienda escuchar la canción del multimedias antes, durante o después de leer el One shot

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Estar rodeado de personas y sentirse solo, es algo triste, verdad. Y sumarle que es tu cumpleaños pero nadie te pone atención. Era frustrante.

Así se sentía Keigo, solo quería irse a su cuarto a dormir no estar con personas que ni lo notan, podía sentir las lágrimas acumularse en sus ojos.

Cumplir 10 años no es cosa de todos los días, pero cualquier día estaría mejor que ese.

El padre de Keigo entra a la sala donde estaban todos y le da una caja grande a su hijo.

- Feliz cumpleaños, campeón - dijo su padre mientras sacudía los cabellos del menor.

Keigo abrió la caja, topandose con un cachorro, no podría decir con exactitud que raza era, pero era pequeño color negro con varios mechones blancos, el cachorro ladro.

Keigo sonreía mientras abrazaba al cachorro, ya no se sentía tan solo, ahora habría alguien que le pusiera atención y que lo notará.

- Todos juntense para la foto - dijo la madre del menor.

El pequeño rubio abrazo más al cachorro y sonrió como nunca a la cámara.

...

Preparatoria y se sentía fuera de lugar.

Siempre lo sentaban en la banca para cualquier deporte, así que mejor se pasó con los porristas, que esas sonrisas y faldas cortas no te engañen.

Esas chicas y chicos eran crueles.

Siempre lo hacían sentir de menos, por cualquier desperfecto, por su ropa, su forma de ser, hasta incluso porque usaba lentes, pero nada se comparaba como lo que pasó en el día de la foto.

El camarógrafo le dijo al equipo que tenían que sonreír, Keigo se encontraba enmedio de la foto, un lugar donde todos lo podían ver.

Pero las chicas lo sacaron a empujones del cuadro, así que se quedó en una esquina, casi fuera del alcance de la cámara.

Pero lo peor fue cuando el fotógrafo dijo:

- Sonrían - Keigo solo mostró una sonrisa sin dientes, pero el hombre le dijo - Jovencito muentre todos los dientes.

El equipo se le quedó viendo con una pizca de maldad. Keigo sonrió mostrando sus braquets.

Todas las personas se burlaron en ese momento, quería salir del lugar, sin despedirse o esperar a la foto, agarro sus cosas y salió corriendo lo más rápido que pudieron sus pies.

Sentía las lágrimas caer por su rostro.

Llegó a su casa, sus padres no estaban, como siempre.

Se tiró al sofá a llorar, llegó ladrando y moviendo su cola, su querido perrito Dabs.

El no tan pequeño cachorro le ladraba feliz , subiendole el ánimo.

- Dabs quieres jugar - dijo el rubio mientras se secaba las lágrimas y sonreía a su querida mascota.

Jugaron toda la tarde entre sonrisas y ladridos.

One Shots DabihawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora