One Shots Dabihawks

Rewrite the Stars

Dabi tomaba con mucho amor las manos del héroe número dos de Japón. Esas manos que estaban llenas de heridas de batallas sujetaban con fuerza las manos cicatrizadas del villano. Sus miradas se conectaron en un momento exacto dónde podían notar como un brillo especial aparecían en sus ojos y cómo sus pupilas se dilataban por la presencia del contrario .

Esa noche, estaba la luna llena y las estrellas regadas en toda la pintura nocturna. Las luces de la ciudad siendo minúsculas habían logrado ser mezclado con facilidad junto al cielo que estaban sobre sus cabezas; todas esas luces en ese momento eran para ellos dos. El oro y el turquesa se tocan sutilmente y llenos de amor. Solo una mirada fugaz.

Ese tejado estaba lejos de las miradas curiosas de las personas del exterior. Así que solo eran ellos, que sentían que estaban en la cima del mundo. Y que nadie rompería la burbuja que habían creado para estar juntos y ser libres al fin.

Hawks pudo notar como Dabi miraba el cielo, como sus ojos se perdían en esa manta oscura que era salpicada por gotas blancas que se hacían llamar estrellas; brillaban alrededor de la luna, danzando alrededor suyo. Lo único que podía comparar con ella sería la mirada de Dabi, cuando lo miraba y sus labios pronunciaban un "Te amo"

—Y si ¿reescribimos las estrellas?—la pregunta de Dabi. La sugerencia era tan tentadora a los ojos del héroe. Era como si después de aguantar sed en medio del desierto hubiera logrado llegar al río Nilo.

Había fallado en su misión, había fallado en el momento en que la presencia del villano se volvió tan cálida y acogedora. En vez de odiarlo por lo que era, lo comprendía perfectamente. A veces detestaba el sentimiento de calidez que tenía porque sentía que estaba mal y que nunca podría ser.

—Nadie puede reescribir las estrellas—quería ver un futuro con Dabi, pero incluso él siendo una persona positivo, siempre miraba la falla de su situación.

Simplemente no podían estar juntos.

Todo estaba encontrá de ellos dos: El mundo, la sociedad, pero sus corazones latian por el contrario.

Tal vez él no era el destino de Dabi o Dabi no era su destino. Todo estaba en contra, problemas que eran del tamaño de una montaña.

Puedo notar la mirada perdida del villano en la ciudad, esas luces amarillas, blancas y naranjas se reflejaban en los iris turquesa de los ojos del villano, parecía estar pensando en algo. Pero en un rápido movimiento volteo su rostro y vio fijamente a su amante con una chispa de rebeldía en sus ojos. Una rebeldía que él conocía muy bien.

Esa rebeldía que llegaba cada vez que iban a ser una travesura con Toga para molestar a Shigaraki.

—Si no podemos reescribir las estrellas, por lo menos dime qué el mundo puede ser nuestro está noche—las palabras de Dabi atacaron justamente en su corazón; hicieron que latiera más rápido. Y sin pensarlo beso al villano siendo correspondido al instante. Solo la luna, tan blanca y hermosa, era el único testigo de esa promesa sellada por los labios de los jóvenes amantes.

—Todo lo que quiero es volar contigo. Todo lo que quiero es seguir enamorándome de ti.
Así que dame todo de ti está noche.

Las lágrimas escapaban de las joyas doradas del joven héroe mientras su voz temblaba ligeramente por el pedido que realizaba. Si Dabi daba todo de él, él daría todo por Dabi.

Con su mano el villano limpio las lágrimas que salían de los ojos de Hawks con suavidad. El héroe levantó la vista notando los ojos de Dabi que lo miraban con ternura y en su labio se formaba una pequeña sonrisa.

—Te daré todo de mí, pero sé mío está noche.

El susurro del villano fue lo que hizo que las mejillas de Hawks se tiñeran de rojo y una sonrisa tímida en sus labios.