Capítulo 41

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## Puertas de Konoha ##

Era un día cualquiera para los eternos guardias de las puertas de Konoha. Había una ligera briza en el aire y el sol brillaba en lo alto del cielo. Los pobres Izumo y Kotetsu estaban haciendo su trabajo cotidiano. Kotetsu estaba durmiendo como siempre mientras que Izumo estaba reclinándose en su silla y viendo al claro cielo.

"Kukukuku" escuchó Izumo y movió sus ojos hacia el cielo y a las puertas solo para encontrarse cara a cara con el Sannin de las Serpientes. "Oh vaya... mira lo que tenemos aquí" dijo Orochimaru riendo siniestramente y lamiéndose los labios con su extraña lengua.

"O-Orochimaru" tartamudeó Izumo y acto seguido se desmayó, azotando su cabeza en el escritorio de madera. Una pequeña grieta apareció cuando su frente hizo contacto con el mueble.

"Demasiado fácil" dijo Orochimaru convirtiéndose en humo solo para revelar a Naruto en su armadura de combate. "Ni siquiera fue divertido" hizo una mueca mientras que Rojo sonreía y Hinata solo sacudía la cabeza.

"Muy bien, equipo" dijo Naruto atrayendo la atención de los dragones. "Vayan a casa mientras que yo me reporto junto con Hinata-chan. Tengo algunas cosas que hablar con baa-chan" dijo Naruto y todos desaparecieron a gran velocidad, testamento del inmenso poder que poseía cada dragón. Nada que no pudieras esperar de un shinobi de Rango S.

"Vamos, Hinata-chan" dijo Naruto y ambos saltaron en el cielo y corriendo por las azoteas hacia la Torre de la Hokage.

## Torre de la Hokage ##

"Hola, baa-chan" dijo Naruto haciendo un ademán con su brazo derecho para saludar a Tsunade. Cuando Naruto entró a la oficina se encontró con la visión de una enorme cantidad de papeleo. Tres Tsunades estaban trabajando duramente en el papeleo mientras que original (al menos la que Naruto creía que lo era) estaba reclinada en su silla con una tasa de té.

"Veo que trabajas duro" dijo Naruto divertido ante la mirada que recibía de los clones. Naruto rió ligeramente cuando escuchó a los clones murmurar algo de rebelarse en contra de su tiránica líder.

"Una mujer tiene que hacer lo que una mujer tiene que hacer" dijo Tsunade alegremente mientras bebía su té. "¡SILENCIO Y VUELVAN A TRABAJAR!" gritó Tsunade cuando notó las miradas de los clones, mismos que temblaron ante el tono y volvieron a trabajar mientras le gruñían a su creadora.

"Entonces... bienvenidos" dijo Tsunade. Los dragones se habían ido un par de semanas. Estaba complacida de qué tan bien iban las cosas, ya que había escuchado noticias de la Niebla.

"Es bueno estar de vuelta. La Niebla es demasiado húmeda para mi gusto" dijo Naruto suspirando de alivio. "Y hay neblina en todos lados y me refiero a todos" dijo Naruto mientras que Tsunade solo sudó una gota por su comportamiento.

"No me molesta ese tipo de clima" dijo Hinata llevándose un dedo a la barbilla.

"Claro que no te molesta" respondió Naruto sacudiendo la cabeza. "Ahí puedes sacar agua del aire como te placiera" explicó y Hinata asintió alegremente.

"Suficiente de esto... reporten" dijo Tsunade y Naruto dejó los juegos y tomó una postura más formal.

"La misión fue un éxito completo. Estoy complacido de decir que el lado rebelde ganó la guerra con solo un 5% de causalidades desde nuestra llegada. Yagura, Yondaime Mizukage, Jinchuuriki del Sanbi, fue derrotado y su Bijuu liberado" explicó Naruto y Tsunade alzó una ceja.

"Sí... el precio que pagaron por nuestra ayuda fue la promesa de nunca sellar al Sanbi dentro de nadie" dijo Naruto y sonrió ligeramente cuando escuchó a Kurama reír dentro de su mente.

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