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"No tienes que hacer esto" gesticulo el rizado mientras se quitaba su chaqueta.

"Si no lo hago, los mocosos pensaran que pueden librarse de los castigos sin más" devolví de la misma forma, ganandome una brillante sonrisa de su parte.

"No lo harán, te tienen miedo"

Me encogí de hombros en respuesta antes de echar un vistazo alrededor de la clase, dandole una mala mirada a las caritas ansiosas de las chicas. Podia ser un buen adulto y decir que yo mismo me habia metido en eso, llevandome toda la culpa. Pero jamás habia sido la persona más madura o justa, así que pensaba culpar a esas bonitas caritas maquilladas de mi situación.

Una de las gemelas Marius, Cameron o tal vez era Tais, no podia diferenciarlas aun, me dedico una sonrisa maligna antes de dejarse caer en su banco de trabajo, la satisfacción vibrando en sus ojos oscuros.

—Apestosos niños mimados. —murmuré bajo, asegurandome de que ninguno me oyera.

La risita infantil de Harry me hizo saber que no habia hecho un buen trabajo. El rizado estaba de pie a mi lado, mirandome con diversión. Rodee los ojos y lo llevé hasta el centro de la clase, ayudandolo a subir a un pequeño banquito que las chicas habian sacado vaya Dios a saber de donde.

—Haremos esto en dos fases de veinte minutos con un intervalo de diez minutos para descanzar, ¿les parece? —una vez que recibi la afirmación que queria, me giré hacia Harry y rodee su cintura con mi brazo suavemente—. Si el director se entera, estoy muerto. —murmuré.

"Deberias pensar mejor tus castigos la próxima vez". gesticulo el rizado, ganandose una mirada fulminante de mi parte.

—Empecemos con esto. —gruñi.

Harry volvió a reir y yo volvi a girar los ojos.

—¡Debe besarlo! —se quejo una chica cuando yo solo apoye mi mejilla contra la de Harry.

La miré como si estuviese loca—. ¡No voy a besar a un alumno! —sentí a Harry estremecerse en mis brazos—. El director Jonhson me colgaria de las pelotas si se entera y la verdad, personalmente, me gustan mis nueces como estan.

Parpadeo—. Ustedes es el profesor más extraño que hemos tenido —dijo con la sombra de una sonrisa en sus labios. Hizo un gesto vago con la mano—. Le estoy pidiendo que bese su mejilla. El cuadro se llama El Beso, sin beso no hay cuadro.

Puse mala cara. Odiaba cuando alguien más tenia razón.

Harry palmeo mi pecho, logrando que lo mirara "¿Me besaras, Romeo?" bromeo.

Al parecer el niño se habia despertado con ganas de tocarme las narices, porque la verdad era lo unico que estaba haciendo. Girando su rostro con mis manos, apoye mis labios en su mejilla en un suave beso, escuchando el sutil suspiró que Harry dejo salir mientras rodeaba mi cuello con un brazo mientras se aferraba al frente de mi camiseta con el otro. Sin tener que alejarme para observarlo, sabia que Harry estaba en la posición exacta que la ninfa Dafne en el cuadro.

—Esta es la imagen exacta que tenia en mente. —exclamo una de las gemelas.

El tiempo paso rápido y antes de que me diera cuenta, uno de las ratas que se hacian llamar hombres y me habian dejado a merced de los buitres femeninos, me alerto sobre la hora. Alejandome lentamente del rizado, les permití salir del salón para buscar algo de que comer que no fuese mi maldita paciencia.

Rodando los ojos, me recorde mentalmente que debia dejar de tratar a mis alumnos como animales carroñeros, no porque no lo fueran, sino porque un día se me podria escapar el cariñoso apodo y me meteria en un lío.

Intocable |Zarry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora