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LIAM.

Sentandome en una de las mesas más alejadas de la entrada, ordene un café y me acomodé en la comodidad del asiento. La cafeteria estaba practicamente desierta ya que no era una hora pico para el negocio. El murmullo suave mezclado con la suave musica flotando de una pequeña radio sobre la barra me dio la paz y tranquilidad suficientes finalmente detenerme mis caoticos pensamientos y enfocarlos en una sola dirección.

Sabia que queria a Louis. A pesar de los años que habiamos estado separados, aun recordaba la suavidad de su piel bajo mis palmas, sus dulces labios contra los míos y la sensación de tenerlo en mis brazos. Era realmente patetico pero a pesar del tiempo, los jadeos, gemidos y la forma suave en que susurraba mi nombre mientras lo hacia mio, seguian en mi mente como una fina musica que jamás olvidaria.

Y no era solo cuando teniamos sexo. Adoraba la forma en que Louis podia soltar un comentario de listillo con tal rapidez. La forma en que sus ojos celestes brillaban cada vez que se sabia ganador en una dispuesta, más que nada cuando era contra mi. Las suaves palabras en ruso que murmuraba hacia mi estando distraido, al forma inconsciente en que se mordia el labio cuando sabia que estaba encerrado, sin escapatoria. Queria a Louis, todo de él.

Pero tambien queria a Niall. El pequeño irlandes tenia una fuerza interior que me habia atraido desde el primer momento. Su forma determinada en cumplir sus tareas, la adorable forma en que su nariz se fruncia cuando no comprendia algo o el suave acento que se pegaba a sus palabras cuando estaba nervioso.

Lo habia besado solo una vez pero habia sido suficiente para saber que era una pequeña polvora esperando una chispa. Niall era el fuego y aunque pareciera ironico, Louis representaba el hielo en mi vida. Con él todo era frío y planeado y con el pequeño irlandes solo parecia tropezar conmigo mismo como un adolescente.

Tenia demasiada mierda en mi cabeza pero una sola pregunta parecia ganar lugar en mi mente: ¿Se puede querer a dos personas al mismo tiempo? No lo sabia pero aunque la respuesta fuese si, nada me decia que podria tenerlos a ambos.

—Debi saberlo —la voz de Louis fue brusca cuando se dejó caer en la silla frente a mi y me miró con el ceño fruncido—. ¿Como lograste que Zayn te ayudara?

—Solo movi mis pestañas hacia él y cayó en mi hechizo.

Mi broma se perdió en el viento cuando Louis solo me dedico una expresión estoica antes de elevar la mano y llamar a la camarera, haciendo su pedido rapidamente y volviendose hacia mi—. Solo para que lo sepas, tu pagaras la cuenta.

—Espero que al menos pueda tener acción luego de esto, así mi dinero no iria a la basura.

—Pues gracias por tratarme de basura —bufó—. ¿Que quieres, Liam?

—Meterme en tus pantalones... de nuevo.

Él estrechó los ojos en mi dirección—. Suerte con ello, estos estan tan apretados que ni siquiera podrias colar un dedo en ellos.

—Acepto el desafio. —aseguré.

—Y yo te cortaré las bolas, las feire y luego se las daré de comer a mi hamster, si se te ocurre acercarte.

—¿Tu hamster como carne humana?

—No tengo un hamster —rodó los ojos—. ¿Para que me hiciste venir?

Suspiré, pasandome una mano por el rostro y mirandolo—. Queria hablar contigo.

—No creo que tengamos mucho de que hablar —me miró curioso—. Pensé que habiamos dejado todo claro hace siete años.

La mesera llegó con nuestras ordenes por lo que me mantuve callado mientras ella dejaba las cosas sobre la mesa, sonriendome coquetamente antes de voltearse. No se me pasó por alto que Louis la fulminó con la mirada mientras la chica se perdia entre las mesas. Cuando volvió a mirarme, sus ojos estaban estrechados y parecia como si fuese a saltar a mi yugular en cualquier instante.

Intocable |Zarry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora