No me arrepiento

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Eses niños desgraciados, especialmente Lucas, no pararon de acosarlo, sentí impotencia al leer eso y darme cuenta que nunca pude hacer nada, me dolía, me quemaba por dentro y no solo de tristeza también de rabia, mi querido hermano pequeño consideró un sueño la muerte algo a los que muchos temen, aún no podía asimilarlo del todo pero poco a poco me calmé.

Y así es como día tras día, semana tras semana, mes tras mes, me aseguré de arrebatarle a Lucas lo que le quitó a mi hermano, la vida.

Y dígame usted señor Juez que hubiera hecho en mi lugar.


El Dolor De Ser Uno MismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora