Pedido por TINTO_Arcee Female!Reader Personalidad: tímida. Temática: mitológico. Contenido sexual: no. Tipo de contenido sexual: ninguna.
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AMOR PERRUNA
Uzui Tengen emprendió una misión solo porque no teme a la muerte. Un rumor asolaba a los alrededores de un pueblo pequeño. El cuervo le informó que no paraban de decir que habían avistado a una especie de monstruo que merodeaba por las noches. Esas sospechas le hacían entender que se trataría de un demonio. El cazador haría todo lo posible para destruirlo de una forma extravagante. Antes de ir, uno de sus compañeros Rengoku Kyojuro quería ir con él, pero el patrón le ordenó que no lo hiciera porque era preferible que el Hashira del sonido recurriera solo gracias a sus habilidades de shinobi.
Cinco días tardó en llegar al lugar. Con sus habilidades de ninja pudo escalar fácilmente una gran copa de árbol para avistar desde lejos cuánta distancia tenía el pueblo. Sí, el patrón le comentó que era una villa pequeña, pero acogedora. Un lugar perfecto para un demonio con ganas de comer carne humana. Ahora su mayor preocupación era esperar hasta que anochezca. Ojalá tener a sus esposas a su lado y entretenerse un buen rato. El aburrimiento no era lo suyo. Suspiró por lo bajo y se sentó en la rama del árbol con la espalda apoyada en el tronco.
Iría a investigar el lugar, pero no encontraría nada interesante. Solo quedaban dos horas. Dos horas muy largas para el Hashira. Uzui se quedó mirando el cielo contando las nubes y los pájaros que pasaban por ahí. Se estaba dando cuenta que se comportaba como su compañero Muichiro Tokito, que se pasaba horas y horas mirando el color azul del cielo intentando rememorar sus recuerdos. Un bostezo salió de sus entrañas, aburrido de estar así un largo tiempo.
Ya era de noche. Hora de investigar el lugar. El Hashira saltó de techo en techo no llamando mucho la atención y analizó detenidamente a los pueblerinos. Se veían amables y hogareños, disfrutaban de la compañía y de los niños jugando en la zona. Y las mujeres eran hermosas. «Buenos traseros», pensó Uzui con los dedos apoyados en su barbilla con cierta curiosidad. Mira que tenía esposas, pero no estaba prohibido mirar de vez en cuando. Entonces, sus tímpanos se agudizaron al percibir un sonido extraño a un kilómetro desde su posición. Un hombre gritó: «¡El monstruo!».
Uzui Tengen corrió a toda prisa al lugar no deseando perder la vista hacia el demonio devora humanos. Sus ojos percibieron a alguien escalar por los techos y saltar sobre ellos para huir del lugar. ¡La suerte del dios de la extravagancia estaba a su lado! La emoción recorrió por todo su cuerpo y aumentó más la velocidad porque el ser extraño era muy rápido. No iba a perder esta gran oportunidad. La criatura se adentra en el bosque para ser invisible, pero no contaba que el Hashira del Sonido sería un experto en cuanto a ruido se tratara. El rastro que dejaba era obvio.
