Pedido por yoelilocochu Female!Reader Personalidad: tierna e inocente. Tema: AU!Kimetsu. Contenido sexual: si. Tipo de contenido sexual: bondage y sumisión.
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___ ___. Así era su nombre. Una chica más en el Distrito Rojo, donde se practica la prostitución. Una joven Maiko aún en entrenamiento. Paseaba las calles detrás de sus hermanas, las Geishas. Ella era una aprendiz y tiene mucho que aprender. Aún no tenía el privilegio de estar a solas con hombres; siempre tenía que estar con sus hermanas custodiando su seguridad para que ninguno se aprovechara de su inocencia. Aún era pronto. ___ era buena tocando el shamisen, un instrumento musical de tres cuerdas. Su jefa superior estaba orgullosa de su gran maestría. Será una gran Geisha, incluso una Oiran que ganará grandes riquezas.
Pero ella siempre pensaba que no era bella. Si era cierto que todas debían estar maquilladas, era una manera de mostrar más su belleza. Por eso, tenía ese pensamiento; sin embargo, ignoraba sus pensamientos porque solamente quería centrar su arte en la música. Era la envidia de muchas Maikos y Geishas. Los peinados eran incómodos, pero ya estaba acostumbrada.
Un día, todas las Geishas de su casa se pusieron nerviosas porque les haría una visita una Oiran importante del Distrito Rojo. Su nombre era Warabihime. Una mujer hermosa que ninguna persona debía levantar la mano. Ni siquiera un hombre. La morena entró en aquella casa para observar con detenimiento a las chicas que estaban arrodilladas ante ella a modo de respeto. Los rumores decían que ella estaba buscando a una chica para cubrir ciertas necesidades. Nadie sabía perfectamente. Warabihime se sentó y pidió a cada uno que tocara un instrumento musical. ___ estaba nerviosa ante la presencia de la Oiran.
Observó con detenimiento a sus hermanas que se escuchaban con cualquier nota y Warabihime ponía cara de enojo, no gustándole mucho. Ahora le tocaba turno de la peli-(c/c). Ella recordó que debía estar relajada completamente. Simplemente era tocar, imaginar que estaba delante de un cliente borracho. Con suma delicadeza iba tocando el shamisen con los ojos cerrados para centrarse en el sonido y en sus manos que no le traicionaban. Cuando terminó, sus pupilas se fijaron en Warabihime que estaba sonriendo complacida. No dudó en ningún momento. Pidió a la madre superior llevarse a la chica. El corazón de ___ latió con rapidez sintiendo una gran alegría en su ser.
