Epílogo

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Historia Original de UpBitto26




















Trece Años Después...

La navidad es un época bastante feliz para la mayoría de las personas, pues es un día reservado especialmente para pasarlo con tus seres queridos, las personas más preciadas para ti, y es por eso que se siente feliz de poder pasar una navidad más con su esposo, sus dos hijos y el novio de uno y el supuesto mejor amigo del otro, pero no es tonto, sabe que Kasem definitivamente esta en una relación con ese chico que tanto molesta.

Decide restarle importancia por el momento y disfruta del resto de la velada, esa noche, Achara les presentó a un lindo chico como su novio, si su memoria no le falla, se llama Tau y como todo buen padre, hizo todo lo posible por avergonzar a sus hijos.

—¿Qué hiciste Achara para que fuera tu novio? No eres muy lindo para ella.

—¡Papá¡ –la azabache miró con reproche al mayor, a lo que este comenzó a reír.

—Es que de verdad, no se que te vio.

—Papá, deja de molestar –Pidió la menor entre dientes.

—Esta bien, Tau, cuida bien de mi hija, por favor –El chico sonrió y miró a Achara por un par de segundos antes de contestar.

—Claro que si, señor Suppasit, la trataré de la mejor manera –Mew sonrió satisfecho ante la respuesta, se puso de pie y se dirigió a la cocina para comenzar a servir la cena. Gulf ingresó a la cocina un par de minutos después y simplemente lo observó moverse por toda la cocina.

—Bebé, me vas a gastar –Pronunció el mayor después de haber terminado de servir la cena, el azabache sonrió y se puso de pie para después acercarse al más alto y abrazarlo.

—Me gusta verte, eres tan guapo que me resulta imposible no hacerlo –Mew tomó entre sus manos las mejillas del menor y le dió un casto beso.

—Te amo –Sus miradas se conectaron, la chispa seguía allí, parecían recién casados, en ningún momento dejaron que la llama de su amor se extinguiera, seguían haciendo locuras cada que se les daba la oportunidad solo para no perder la diversión.

—Te amo aún más –Ambos sonrieron y sin esperar un segundo más, juntaron sus labios en un beso lento. —Te amo tanto –Sus sonrisas se ensancharon y compartieron un último beso antes de hablarle a sus hijos y comenzar con la cena.

Gulf no deja de hacerle preguntas a las dos presencias nuevas, en especial al chico, pues algo dentro de él le decir que gustaba de Kasem, pero ambos niegan tal cosa por lo que no le queda más que esperar a que lo admitan.

Totsakan respondía amablemente a todas y cada una de las preguntas aunque Kasem le decía que no tenía por que hacerlo. El castaño le pedía ayuda a su progenitor con la mirada a lo que este solo se escogía de hombros y seguía comiendo como si nada.

La media noche llegó muy rápido, compartieron un cálido abrazo y un 'Feliz navidad' hasta ese punto, Achara se despidió Tau quien a su hogar.

—Iré a dormir, me duele la cabeza -Le informó Gulf, asintió y se dirigió al patio trasero para observar las estrellas, hacia mucho tiempo desde que no se tomaba el tiempo para verlas y apreciarlos en su mayor esplendor.

Sonrió para sí mismo al recordar una noche de invierno en la que salió con sus dos hijos de, en ese entonces, doce años al patio y les dijo lo mucho que le gustaban las estrellas. Contándoles que fueron su compañía en noches de soledad y tristeza. Recuerda perfectamente como los menores le miraron curiosos y preguntaron, '¿Mamá no estuvo siempre contigo?'

Les tuvo que explicar que en ese entonces, Gulf y él no eran más que mejores amigos. Achara había cambiado un poco, seguía siendo la misma niña tímida que conoció en la casa hogar, sin embargo, ya tenía confianza en sí misma aunque le era un tanto difícil hacer amigos.

En cambio, Kasem, no había cambiado ni un poco, o bueno, tal vez si pero volviéndose más revoltoso de lo que ya era, se la pasaba bromeando para hacer reír a los demás y de vez en cuando hacia travesuras inofensivas a las cuales arrastraba a su hermana, quien, al ya estar acostumbrada a él y su forma de ser, le seguía la corriente sin chistar.

Y lo que sin duda no le podía faltar, es Gulf, ese hombre lo seguía volviendo loco, con sus divertidas expresiones y exageraciones, con sus miradas y con cada caricia que le da, pero sobre todo, con sus labios, los cuales hacen que se siente en la misma gloria al sentirlos sobre los suyos.

Hubiera seguido más tiempo fuera si no fuera por que comenzó a nevar, apreció por unos cuantos segundos la vista para después regresar al interior de su hogar, abrió sus ojos al tope al ver a Kasem con Totsakan besándose, sonrió al darse cuenta que de verdad tenían algo.

—Y dices que no son novios –Los menores se separaron abruptamente y miraron al mayor sorprendidos. —¿Por que no lo admites de una vez? –Kasem podría jurar qué está rojo, sin embargo, se deshace de la vergüenza y suspira.

—Esta bien, Totsakan es mi novio –Mew sonrió satisfecho y se encaminó a la salida de la cocina.

—Pues no tardes en decírselo a Gulf sabes que no le gusta que le guarden secretos.

—Lo se, pero es que ya sabes como es, no quiero que asuste a Tot, no le digas nada, por favor –Mew dió media vuelta y lo observó por algunos segundos.

—Esta bien, guardaré tu sucio secreto –Guiñó su ojo derecho y salió de la cocina.

—¡Yah! ¡Papá! –El mayor comenzó a reír estruendosa mente.

—¡NO HAGAN RUIDO, SABES A LO QUE ME REFIERO! –Gritó desde su lugar, y aunque no lo está viendo, puede jurar qué su hijo esta rojo hasta las orejas.

—¡Papá! –Se alejó de la cocina aún riendo y se dirigió a su habitación, se cambia la ropa que traía puesta por un pijama y se acuesta a un lado de Gulf, quien, al sentirlo, se acerca a él y lo abraza.

—¿Te sientes mejor?

—Un poco, aún me duele.

—Descansa, te hará bien –El menor asintió y comenzó a relajarse al recibir caricias en su cabello, no pasó mucho tiempo para cuando cayó profundamente dormido.

Mew se dedicó a velar sus sueños el resto de la noche, pues aunque el menor le había dicho que solo era un dolor de cabeza, le preocupaba y decidió quedarse despierto por si algo cambiaba. Al menos hasta las cuatro de la mañana en donde el sueño termino venciendolo.

Era increíble la felicidad que sentían solo por abrazar, por sentirse serca, y están bien con ello, nadie puede arrebatarles todos esos pequeños o grandes momentos pues ya están grabados en su memoria y tatuados con tinta invisible por toda su piel. No hay nada mejor que al amor correspondido, no hay nada que los hagas más felices qué estar juntos.

Nacieron para estar juntos, desde siempre sus corazones latian a pesar de no estar conscientes de ellos, y por el resto de la eternidad, estarán unidos por el amor que sienten y que los hace felices cada día.

CASADOS POR ACUERDO ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora