Prologo

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-Tch- Chasqueó la lengua al observar que un enorme hechizo se dirigía a su posición.

Se trataba de un dragón creado con electricidad, el cual rugía mientras los rayos con los que estaba formando rechinaban sin cesar. Era un ataque imponente, el cual causaría que cualquier novato caiga sobre su trasero y observe atónito el final de su vida. Pero ese no era el caso para este individuo.

Él continuó corriendo sin un rumbo fijo, escapando y evadiendo de forma hábil cada uno de los hechizos que amenazaban con golpearlo. Aunque lamentablemente, su estado actual indicaba que no todos podían ser evadidos. Su fornido cuerpo lucia maltratado, aunque tales daños no eran capaces de igualar los que su vestimenta había recibido. Tal vez los años de entrenamiento provocaron un cuerpo más resistente o probablemente era la piel de mana en la que se había envuelto.

Una vez más, un enorme relámpago en la forma de un dragón se acercaba de forma estremecedora. Pero el individuo no temió por recibir algo de tal magnitud. Por supuesto, su intención no era recibir un ataque directo, así que hábilmente esquivó el hechizo, y sin intenciones de detenerse a admirar el daño que el relámpago provocó, continuó corriendo de forma veloz y constante.

No podía detenerse, ni siquiera titubear por un segundo, pues los hechizos continuaban siendo arrojados como si no existiera un límite para la cantidad de maná que el enemigo poseía.

La distancia a la que se encontraba parecía aun no ser suficiente, y sus compañeros parecían aun no captar toda la atención del enemigo. Su intención actual no era solo la de huir, si no colocarse a una distancia para poder dar un respiro e idear un plan. Aunque idear un plan para un grupo tan grande como lo eran ellos, era un poco difícil de llevar a cabo, más aún porque él era un simple plebeyo el cual recibía hostilidad de algunos individuos. Aunque ¿Eso importaba en esta situación?

-Tch- Volvió a chasquear la lengua al ver que un mar de fuego se dirigía hacia él.

En lugar de continuar huyendo, con intención de contrarrestar el fuego que amenazaba con carbonizarlo, se detuvo de improvisto y preparó su espada para lanzar un hábil corte por los aires.

[Manto de oscuridad...] Antes de terminar el hechizo, se dio cuenta de que repentinamente el mar de fuego había sido partido en dos.

-Este sujeto...- Comentó al saber quién fue el responsable de cortar el hechizo en dos.

- ¡Basta con cortarlo todo en pedazos! - Gritó el delgado hombre.

Y de esa forma, Yami Sukehiro dejó de huir y pudo tomarse un descanso para observar la clase de enemigo que estaban enfrentando.

El individuo delgado, mejor conocido como Jack, se abalanzaba sobre el suelo a gran velocidad, y con las afiladas cuchillas que adornaban su antebrazo cortaba todo a su paso con la única intención de llegar al individuo que se encontraba flotando sobre el cielo.

La sesión de hechizos que parecían no tener fin parecieron encontrar un nuevo individuo al cual molestar. Con eso el fornido hombre se pudo dar un pequeño respiro, en el cual varios individuos se dirigieron a colocarse a un lado suyo. Se trataban de la elite del Reino del Trébol.

Pero, ¿Qué vista podían presenciar aquellos individuos cuya habilidad fue reconocida de tal forma que un grupo de magos se encontraba bajo su cargo? ¿Qué clase de enemigo sería capaz de enfrentarlos a todos al mismo tiempo, y presionarlos tanto que finalmente se decidieron por trabajar en equipo?

Sobre el suelo, el grupo de humanos presenciaba el espectáculo que se encontraba frente a sus ojos.

El cielo en sí parecía ser un infierno. Rayos y relámpagos, así como dragones de distintas naturalezas, rugían y resplandecían amenazando con el fin del mundo. Explosiones surgían de improvisto, provocando que la onda expansiva llegue a mover incluso las rocas que se encontraban por el suelo; Hecho que debería ser imposible por la altura en la que se encontraban.

La orden mas fuerte (Overlord-BlackClover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora