Un lazo roto

4.- Colisión

*Si, Para mi Diana es Alfa y Trevor es omega, si no les agrada la idea pueden dejar de leer, ya están advertidos.

.........................................................

Las puertas del elevador se abrieron y al instante el aroma de su omega inundó sus sentidos, tan sutil y dulce como lo recordaba, podía percibirlo claramente aun cuando éste se mezclaba con otros que no conocía. Le estaba costando mucho trabajo calmar su ansiedad, sobre todo cuando su instinto le exigía apresurarse y encontrarlo, así tuviera que registrar hasta el ultimo rincón del enorme edificio.

Su Steve estaba ahí.

Una flecha de advertencia se ensartó a unos veinte centímetros de ella, cortando su avance.

Un beta rubio la miraba con desconfianza desde el otro extremo del lugar, apuntando una nueva flecha en su dirección. La determinación de su gesto la instó a detener el paso, más por respeto que por gusto.

Alzó ambas manos en son de paz, esbozando una leve sonrisa que le permitiera ganar un poco de tiempo para explicar el motivo de su presencia pero manteniéndose firme en su sitio.

- Calma, no vine a hacerles daño, sólo estoy buscando a alguien. - informó con suavidad, temiendo que si usaba un tono mas alto, terminaría por comenzar una pelea.

Clint frunció el ceño, pensativo, sin apartar la vista de ella.

- Las alarmas no se activan por nada, señorita. – obvió, claramente irritado tanto por el constante sonido como por la presencia de ella, tensando el arco un poco más – Váyase. No me interesa quien sea ni a qué vino, aquí no hay nadie a quien pueda ver, no recibimos visitas...

- No mientas. – rugió mirándolo de forma recriminatoria – Todo el piso tiene su aroma, mi omega está aquí.

Diana alcanzó a ver el pánico en el rostro del rubio cuando susurró "Tony, no salgas" al mismo tiempo que disparada una nueva flecha; estaba lista para el impacto pero antes de siquiera tocarla, explotó; En medio del humo escuchó como otras tres flechas más eran disparadas.

"Un impulso de protección" le susurró su mente en medio del caos.

Esquivó cada impacto con rapidez y de un salto quedó frente al arquero; el beta no pudo disimular su sorpresa cuando lo sujetó del brazo y con una facilidad pasmosa, lo pasó sobre su hombro, lanzándolo dolorosamente al piso; La amazona pudo escuchar como el aire escapaba de sus pulmones por el impacto, pero también como una pequeña alarma se activaba desde el carcaj a su espalda, dándole apenas tiempo de tomar la flecha activada y lanzarla lejos antes de que explotara en medio de los dos; un intento de risa suspirada salió del beta en el suelo, irritándola un poco mas, por lo que se hincó junto a el y lo golpeó en el cuello, con la suficiente fuerza para dejarlo inconsciente.

Dejó salir un quejido indignado, ya no podía percibir el aroma de su omega, todo rastro había sido opacado por el olor a pólvora. De alguna extraña manera aquel humo aturdía su olfato y la hacia sentir mareada. Miró el cuerpo inerte del arquero con frustración; el varón tal vez no había podido detenerla pero había logrado su cometido. Ya no tenia forma de ubicar la presencia de Steve.

Su ansiedad aumentó en un parpadeo.

Necesitaba encontrar a su omega.

Las alarmas se detuvieron y los aspersores se activaron, revelando el desastre de muebles y objetos volcados o rotos que habían dejado las explosiones; todo era un caos solo las paredes tenían daños mínimos.