𝐿𝑎 𝐴𝑝𝑢𝑒𝑠𝑡𝑎 𝐷𝑒 𝐽𝑖𝑟𝑎𝑖𝑦𝑎 𝑌 𝑇𝑠𝑢𝑛𝑎𝑑𝑒 ʸ ᵈᵉ ᵗᵒⁿ ᵗᵒⁿ & ˢʰⁱᶻᵘⁿᵉ

03

(Editado porque había demasiadas Kurenai y pocos diálogos)
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Esparció los papeles sobre la mesa. Había de t o d o.

Fotos de Tsunade Senju.
Noticias de ella.
Documentos ilegales que él no debía tener, ya que eran ilegales, duh.
Etc...

La Hokage definitivamente se traía algo entre manos, y él no sabía qué. Si bien había estado sospechando sobre las desapariciones de las jóvenes médicos (tema que se había descuidado por completo), cuándo la joven Haruno desapareció, comenzó a atar cabos, concluyendo que la Hokage estaba trás esto, y no, no estaba equivocado.

En Sunagakure

— ¿Eh? ¿Ustedes -pfft- son también parte de la apuesta -pfft- de Tsunade-sama? – no paraba de reír, las medic-nin que le habían estado ayudado en el trayecto de su aprendizaje sobre la medicina, estaban la mayoría allí, obra de su maestra, por lo que veía.

— Fufu, Tsunade-sama envío a una niña tan joven y querida a este lugar ¡Espero que ésta vez si gane dinero y nos envíe a todos de vuelta! – se quejó un anciana.

— ¡O si no! Temo que el hospital de Konoha se quedará sin un solo médico – lloriqueó otra joven.

Y Sakura contemplaba, no le extrañaría un día de estos ver a Shizune sentada junto a ella si el plan de su maestra no salía como debía.

Suspiró. Vaya liada.

En Konohagakure

— ¿Ahora qué hacemos, Sensei? – Naruto echó la cabeza hacia atrás con frustración, ellos estaban sentados en Ichiraku ramen. Si bien pidieron sus ramen's, todos andan lo suficientemente devastados para saborearlo con ánimos, incluso Naruto.

— Siendo sincero. No lo sé Naruto, nunca me había sentido tan frustrado como ahora – mentira, si se había sentido así, en ocasiones anteriores, pero no debe recordar eso ahora. – Hasta donde hemos averiguado, no hay nada que indique que Sakura está viva o que esto ha sido un sucio juego de la Hokage.

Rascó su nuca desesperado.

— Pero... ¡Sakura no puede haberse ido así como así porque sí! – dio un fuerte golpe en la mesa con su rostro alterado.

— Naruto tiene razón, esto debe haber sido un problema desde antes, y es imposible que se haya ido sin dejar rastro. Porque, estoy seguro de que no está muerta. – asintió frotando su sien.

— Opino lo mismo... – una voz entró en la conversación, asustando a todos.

— ¡Shino! – Gritó Naruto, estaban tan atentos a todo por causa de su estrés, que esta vez si lograron prestarle atención a Shino Aburame. – ¿Cuándo llegaste ahí?

— De hecho, llevamos más o menos, el mismo tiempo que ustedes sentados, bueno, estábamos literalmente a su lado, trío de idiotas – Kiba se asomó detrás de Shino con una cara evidentemente cansada y con ojeras.

— N-No le hagan caso a Kiba. Shino, Kiba y yo hemos estado buscando respuestas de lo que le pasó a Sakura-san desde anoche.

— Algunos más que otros – la adulta, sensei de el equipo 8, apareció detrás de ellos con una cara malhumorada al ver a sus dos alumnos masculinos como mapaches. ¡Menudas ojeras! Pero su alumna femenina tampoco era como si tuviera su rostro completamente limpio, y ella pensaba que Hinata era la más consciente del grupo.