No te dejaré sola

Capítulo 4: Vulnerabilidad

Más noches pasaron. La madre de Caitlyn mejoraba y por fin regresaría a casa los próximos días. Caitlyn había estado poniendo al tanto a Vi sobre las investigaciones llevadas a cabo por la policía de Piltóver sobre su hermana, que tampoco había mucho por decir. Era como si la tierra se la hubiera tragado.

"Jayce ha contactado a la segunda al mando de la operación de Silco, Sevika. Sin embargo, ella se deslinda totalmente de las acciones de Jinx. Incluso, está de acuerdo en capturarla...". Se escucharon los puños de Vi endurecerse. Caitlyn prosiguió "Así que, creo que están viendo llegar a un acuerdo con la junta pero es complejo... Jayce mató al hijo de uno de los pesados de Zaun así que... Creo que esto va para largo".

Vi se volvía a sentir impotente cada que escuchaba noticias nuevas. Volvía la sensación de estar encarcelada, pero admitía que era diferente. En varias ocasiones tuvo discusiones de este estilo con Caitlyn:

"Gracias por ofrecerme hospedaje en tu casa, Cupcake, ha sido... mágico. Pero siento que debo irme en algún momento".

Caitlyn suspiraba y decía "Eres libre de irte cuando quieras, Vi, pero sabes que volver a Los Carriles no es una opción para ti por el momento".

"Lo sé... Pero es mi hogar, ahí es donde pertenezco". Contestaba renuente.

Caitlyn preguntaba curiosa y triste "¿A dónde piensas ir?".

"No lo sé, creo que podría unirme a Ekko..."

"Es muy peligroso todavía" advirtía Cait rápidamente. "Tanto para ti como para Ekko y los Firelights".

Vi sabía que Caitlyn tenía razón, y volvía a este punto de inactividad. De no saber qué hacer. Ya iba a pasar el mes encerrada en casa de los Kiramman y aunque se sentía feliz de cómo iba evolucionando su relación con Caitlyn, el sabor agridulce de sentirse inútil le regresaba cada día. El gimnasio que había construido Tobias Kiramman para ella era un refugio para descargar sus emociones, pero lentamente perdía el atractivo.

Caitlyn no era insensible en notar esto y tenía una propuesta para Vi que sabía que era arriesgada pero era la única opción que se le ocurría pensando en el perfil de Vi y su conocimiento sobre Zaun.

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Una noche después de cenar, Caitlyn y Vi se encontraron esta vez en el cuarto de Vi. Era una noche fría afuera, como si estuviera a punto de nevar, sin embargo, en la habitación de la zaunita parecía verano. Vi devoraba el cuello de Caitlyn con pasión y deseo.

"No me dejes marcas, Vi" rogó la peliazul al sentir los dientes de su chica clavarse en su cuello con suavidad, Vi barrió su intención pasando su lengua y finalizando con un beso suave.

Uno de los brazos de Vi se encontraba bajo la cintura descubierta de Cait, mientras el cuerpo musculoso de la zaunita se encontraba encima de ella. Caitlyn tenía las piernas abiertas y sentía el muslo de Vi haciéndole presión en la entrepierna.

Algo que estaba enamorando a Caitlyn era la habilidad de Vi de aprender rápido. Caitlyn era muy verbal sobre lo que le gustaba y Vi obedecía sin miramientos. Vi en cambio aún no sabía qué le gustaba del todo, pero siempre parecía complacida con lo que sea que Caitlyn tuviera en mente cada noche.

No habían pasado de quitarse la ropa y quedar en ropa interior. Aún así, ambas habían compartido orgasmos emotivos y excitantes en medio de presiones de entrepierna, besos de cuello y manoseo encima de la ropa. Quizá la idea de estar juntas y sentirse era suficiente por ahora. Pero Caitlyn moría ya por probar a Vi, quería sentir sus fluidos en su boca, tenía bastantes fantasías al respecto. Pero no lo había exteriorizado hasta que Vi no quisiera pasar a la siguiente fase: desnudarse.