Number two

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La mañana comenzaba normal, tomaba mi café con leche mientras mi madre hablaba por el teléfono de línea con mi abuela. Tome el último sorbo y subí las escaleras para ir por mi mochila, hoy tocaba la materia más vergonzosa para mí “Salud y adolescencia” Y la verdad no sabia de que se hablaría, porque casi siempre los profesores nos hablan base a lo que ellos estudiaron, pero luego viene una charla con las hermanas monjas.

Me mire por última vez al espejo y suspiré, hay veces que no me siento conforme con mi cuerpo o rostro, pero no siempre.

Baje las escaleras y acomodé mi mochila sobre mi hombro para acercarme a mi madre la cual continuaba hablando por el teléfono.

— Mamá — Murmuré y está poso el teléfono en su hombro para mirarme

— Cielo

— Ya me voy — Asíntio para besar mi mejilla, sin más que hacer o decir salí por la puerta principal.

Mi miraba estaba en el suelo, caminaba mientras jugaba con el llavero que traía en la mano, siempre debo traer las llaves, por si mamá se va y no vuelve cuando yo llegue del instituto.

Oí la voz de un chico y alcé la mirada, estaba justo saliendo por la reja de aquella mansión algo vieja, tenía una remera algo apretada y se le veía el abdomen, traía una barba no larga, sino pelusa.

Chocó conmigo y en ese momento lo mire esperando a que se disculpará — Oh lo siento — Sonrió para caminar un poco rápido mientras reía como un demente.

— ¡Klaus vuelve aquí! — Salió aquel chico con el que choque el anterior día, sonreí y este solo me miró para fruncir el ceño y perseguir al chico llamado klaus.

Me di la vuelta y vi como se alejaban cada vez más, continúe caminando pero nuevamente me di la vuelta, ya no estaban ni uno de los dos.

Ahora ya sabía donde vivía aquel chico hermoso y frío, mordí mi labio inferior al recordar su rostro perfecto.

La clase había comenzado, la profesora nos hablo sobre la información necesaria que debíamos sabe sobre el sexo. — Así que ya están un poco asesorados del sexo, ¿alguno sabe los métodos anticonceptivos que hay?

Una de mis compañeras alzó la mano y la profesora la dejo hablar — ¿El preservativo?

— Claramente, el preservativo es uno de los métodos anticonceptivos, pero...— Estaba por continuar hablando cuando entraron dos de las monjas de nuestro instituto con una sonrisa

— Disculpé profesora por interrumpir su clase — Hablo una de las monjas

— No es nada — Sonrió para acercarse a la monja y estás susurraron algo, todos nos mirábamos confundidos cuando la profesora se paró enfrente y sonrió — Chicos, les voy a pedir amablemente a las niñas que ordenadamente sigan a nuestra hermana monja

— Disculpe profe — Hablo clarisa — ¿Es obligatorio ir?

— Por supuesto — Contesto la monja y en cuestión de minutos estábamos en un salón de clases separados de los varones, no entendía que pasaba pero estaba segura de que abría un "consejo" de las monjas hacia nosotras.

— Bien niñas — Dijo la monja la cual se puso de pie enfrente de todas nosotras mirándonos sonriente — Me supongo que ya habrán entendido todo sobre el sexo, hay cosas que aún no quedan en claro y como este o instituto está encargado de educar y enseñar los mandamientos de Dios hoy vamos hablar con ustedes las niñas

Otra de las monjas se sentó en una silla enfrente de nosotras y seriamente nos enseñó un libro — Hoy hablaremos de la menstruación, a muchas de ustedes me supongo que ya les habrá pasado, espero entiendan que en esos días todas ustedes son impuras, deben alejarse y quedarse encerradas hasta que esto pase.

Mire a clarisa con el ceño fruncido, de que carajos estaba hablando, mamá siempre me enseñó lo contrario, eso siempre fue y es normal, no hay porque esconderse.

— La menstruación es un castigo de Dios que nos mandó a las mujeres — Nos miro seriamente — Y también sirve para poder tener bebés, cuando comienza a bajarte significa que pueden quedar embarazada, pero obviamente primero deben casarme puras

— ¿Qué hay si no quiero casarme? — Preguntó una compañera

— Dios te va a castigar a ti y a toda tu generación, estarías cometiendo un pecado imborrable. — Mi compañera agachó la cabeza y se escondió detrás de sus libros.

Otra de las monjas tomo asiento y comenzó a hablar — Todas las mujeres deben cuidarse de situaciones comprometedoras o que las puedan poner en peligro

— ¿Qué tipo de situaciones? — Pregunté

— Querer hacer cosas sucias con un hombre — Trague en seco y agache la mirada. — El sexo es algo feo que todas las mujeres deben soportar, o las que no se consagran para Dios.

Clarisa alzó la mano — Pero cómo va a ser malo el sexo, es necesito para poder hacer bebés  — Me miró — Y todo eso

— Es malo, solo los hombres pueden sentir placer, las mujeres deben ser sumisas a sus esposos — Fruncí el ceño al oír eso

Al salir al receso mire a clarisa la cual comenzó a reír nerviosamente, reí en lo bajo junto a ella. — ¿Tú entendiste algo? — Me miro mientras alzaba una ceja

— No, en realidad no — Ambas fuimos al baño de niñas y nos miramos en aquel espejo enorme

— Asco — Murmuro Ruby saliendo del baño con una cara de desagrado, ambas la miramos esperando a que dijera algo — ¿Acaso no escucharon sobre lo que hablaban?

— ¿Sobre el sexo? Es algo normal, o eso dice mi madre — Hablo clarisa — creo que las monjas están muy equivocadas

Yo solo las miraba y escuchaba lo que decían, jamás me puse pensar en eso, mamá tampoco jamás me habló y estaba tan confundida sobre todo.

— ¿Ser sumisa? Asco — Dijo Ruby con una voz exagerada

— Yo quiero un stripper — Sonrió clarisa para tomar un poco de papel higiénico y ponerlo dentro de su camisa justo en la parte de sus senos

— ¿Porqué haces eso? — Fruncí el ceño mientras una sonrisa se formaba

— A los chicos les gustan los senos grandes y redondos — Sonrió

— ¿No crees que se darán cuenta que tienes papel dentro? — Preguntó Ruby

— No lo creo, todos los chicos son tontos — Rio para salir del baño con la mochila sobre su hombro

— ¡Ey espérame! — Grite para perseguirla

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Dedicado a - laRayis8 mi Best friend

𝐈𝐭'𝐬 𝐈𝐬 𝐆𝐢𝐫𝐥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora