Mentía [Karzer]

O3

Miró el cuerpo del bicolor desplomarse en el suelo, sonrió satisfecho por su logro. Salió de entre los árboles para ir a recoger el cuerpo de Axozer. Detuvo su paso al escuchar a alguien corriendo en esa misma dirección, se metió entre unos arbustos para ver quien había arruinado su plan.

 Karchez corrió hasta llegar a donde su novio estaba inconsciente, de forma delicada colocó su cabeza sobre sus rodillas, llamó unas cuantas veces sin obtener respuesta, asustado puso su oreja en su pecho, donde se encontraba el corazón, al escucharlo latir un suspiro de alivio salió de sus labios inconscientemente -Vaya susto- cerro sus ojos intentando relajar su respiración, aun no se recuperaba completamente del mini maratón que hizo de su pueblo al de Axozer. Ya recuperado, levantó al bicolor cargándolo estilo nupcial. No tenía claro si llevarlo a su casa o al hospital, sabía que el hospital era mejor opción pero capaz a Axozer le parecía mejor recuperarse en su casa, no quiso pensarlo mucho así que lo llevó a su casa, no estaban tan lejos por suerte.

Juan los miro alejarse maldiciendo internamente, acababan de arruinar su plan, tenia unas ganas enormes de arrojar a Axozer a una pecera enorme con pirañas para que lo despedazaran y gritara de dolor mientras el agua se metía a sus pulmones y cortaba su respiración. Dejó sus pensamientos de lado y abrió un portal hacia su templo, era momento de iniciar el plan b.

-Achocheee- el mencionado volteo hacia la persona que lo estaba llamando y con una alegría enorme miró a su amigo quien lo abrazó fuerte al llegar a su lado. -Juaaaaan- el de lentes rió por la forma en que había dicho su nombre.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó con curiosidad. 

-Vine a comprarme una armadura para poder ir de exploración- respondió, agradeció al vendedor del puesto y con Juan se alejaron del lugar. 

-¿Tienes un cupo para mi? la verdad no tengo mucho que hacer hoy- miro al contrario -Claro, siempre es mejor de a dos- respondió con una pequeña sonrisa -Además, hay algo que anda rondando en mi cabeza últimamente y me gustaria hablarlo contigo- el hechicero miró la expresión nerviosa de su amigo, le parecía un poco divertido verlo de esa forma -Entonces vámonos yendo, no puedo esperar para saber que me tienes que decir- y así se encaminaron fuera del pequeño pueblo.