No debí mirarte

Candidato a dios

Un mundo ideal desde la vista de unos pocos y un infierno para la mayoría. Este sistema está roto, pero no por culpa de los ángeles, si no por aquel grupo de pecadores que lo manchan todo. Estoy más que seguro que sin ellos podría haber aquella armonía que tanto anhelo desde que apenas tuve aquellas pequeñas alas.

En este lugar viven todo tipo de criaturas. Cualquiera que se te pueda pasar por la cabeza ahora mismo podría estar dando un paseo tranquilamente en alguna calle de una ciudad. Aunque a decir verdad, es muy raro ver humanos pues estos hace mucho tiempo fueron casi aniquilados por la aparición de otras especies. Estas siempre se excusaban en que no era su culpa que estuvieran tan buenos.

Actualmente todos o al menos la mayoría de personas tienen derecho a una educación que ellos mismos elijan para dedicarse así todo el tiempo posible a ello y acabar siendo un experto. Es un sistema bastante efectivo pero al fin y al cabo no todo puede ser funcional al completo, por eso muchas personas terminan sin hacer nada, quedándose en la mala vida.

Por mi parte, este es mi último año estudiando aquello de lo que nunca dudé. Mi determinación y esfuerzo se muestran a simple vista por eso es que soy el ángel más cercano a dios. ¿Qué es eso? Bueno, en todo mundo hay algo que tiene que gobernar para poner cierto orden ¿no? Ese es Dios. No, no es ese ser omnipresente, aquel murió hace ya mucho tiempo y su lugar lo tomaron evidentemente los ángeles pues ninguna otra criatura podría ser capaz de ser mínimamente eficiente. Aunque no es como si yo estuviera del todo de acuerdo en lo que hacen mis superiores y por eso seré Dios para mejorar aquellos puntos débiles. A lo largo de todos estos años fui viendo cosas asquerosas y que les urge arreglar por lo que llegué a la conclusión de que haría cualquier cosa para que este lugar sea el ideal, como si eso implica matar a la mitad de la población.

Poco sabía yo que este año se me iba a complicar tanto.