Padres por casualidad (Supremefamily/Ironstrange)

Capítulo 32

Regresar el tiempo y evitar que aquel accidente ocurra, volvería todo a la normalidad. Es la única solución factible que encuentra. Es consciente de las consecuencias que aquello desataría, el precio que tendría que pagar si se atreve a realizar tal manipulación en el tiempo.

El que Tony olvide todo lo que han vivido juntos lo detiene y lo orilla a darle vueltas al asunto, a replantearlo y titubear en su proceder. Sin embargo, la desesperación y el regresarles la tranquilidad y la paz a todos los involucrados lo impulsa a hacerlo.

Tony se interpone una y otra vez en sus pensamientos y en su objetivo cuando al fin toma la desición de proseguir, vacila ante el lindo recuerdo de los felices momentos a su lado y lo difícil que fue que terminarán aceptando sus sentimientos. Sabe que Peter jugó un rol muy importante para que terminarán juntos. No está seguro si en otras circunstancias podría lograr que Tony se quede a su lado.

—¡Alto!—gritó una voz repentinamente—. No lo hagas—advirtió aquella voz tan familiar para Stephen.

Arrojo un pesado suspiro, aferrándose al libro de Cagliostro, libro que soltó al escuchar la irritada voz que lo secundo.

—¡Stephen Vincent Strange! ¿Qué mierda estás haciendo?

El susodicho giró la cabeza expectante, encontrándose a un furioso Tony Stark, quien se acercó para acortar la brecha entre ellos. Stephen, por unos breves segundos, lo observó incrédulo, luego sus ojos se enfocaron en Wong.

—¿En serio me acusaste con Tony?—le preguntó a su colega entre escéptico y divertido.

—Stephen, contesta mi pregunta. ¿Qué carajos estás haciendo?—reiteró Stark molesto.

—Nada—respondió inocentemente.

—Quiere alterar la línea temporal—aclaró el otro hombre al instante.

—Wong, eres un chismoso—se quejo.

Tony se paso una mano por el cabello para después pellizcar el puente de su nariz.

—¿Me retiro por cuánto? ¿Cinco minutos y ya quieres armar un caos? Y decían que yo era problemático.

Wong confiando en que Tony no le permitirá hacer una locura, para darles privacidad, se retiró junto con la capa de levitación que andaba merodeando por ahí.

—¿Qué pretendes, imbécil? ¿Olvidar todo lo que vivimos?—repuso alterado.

—Yo no lo olvidaría—esclareció.

—En cambio, yo sí, ¿verdad?

El hechicero asintió en silencio.

—Yo no quiero eso—objetó determinado—. No quiero olvidarte ni olvidar a Peter bebé, ¡nada de lo que hemos vivido juntos! No me borres una de las mejores memorias de mi vida.

—Tony... No hay otra manera—instó en un intento de hacerlo entrar en razón.

—Honestamente, prefiero que Peter se quede así—alegó con seguridad.

—Tu amor por el niño te esta nublando el juicio.

—Escúchame, si te metes con el tiempo, te va a responder. No puedes cambiar el pasado.

—Sí puedo.

—¿Sin consecuencias?—cuestionó cruzado de brazos.

—No, pero... Puedo prometer que volveré a conquistarte y ganarme tu corazón...

—No prometas cosas que no dependen únicamente de ti—señaló—. Stephen, hay vivencias que definen lo que somos.

—Nuestras decisiones definen lo que somos.