Parte 3: Fallen Soldiers.

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Violet caminaba cerca de la casa de Dorothy para intentar grabar las calles en su mente. No había tenido oportunidad de poder asimilar que ahora debía comportarse como una ciudadana de Piltóver.

No muy lejos de allí se hallaba la Plaza del Viento Azul. Caminó con las manos en los bolsillos de su chaqueta color carmesí, maravillada por aquel lugar; era precioso. Se sentó finalmente en uno de los bancos cercanos para admirar mejor el paisaje; a su derecha se hallaba un grupo de jóvenes que intentaban hacer planear una estructura metálica, y, justo en frente, se alzaba un edificio enorme del cual salían y entraban personas con libros y extraños objetos con partes giratorias. Se trataba de una de las academias de inventores que allí existían.

Vi volvió su mirada a los jóvenes y pronto recordó a su amigo de Zaun: Ekko, un joven moreno de blanca cabellera. Jamás había conocido a alguien tan talentoso como él si de mecánica y engranajes se trataba. ¿Qué sería de su vida ahora? ¿Seguiría en Zaun? Zaun. La mirada de la pelirrosa se entristeció levemente mientras comenzaba a recordar miles de episodios vividos allí, e inevitablemente pensó en su hermana menor. Powder, siempre intentando seguirle los pasos a Ekko de igual manera a la hora de construir, activar y desactivar mecanismos. La extrañaba, pero desde que tenía memoria, los últimos años en Stillwater habían logrado que le perdiera el rastro.

Un grupo de vigilantes se acercaba caminando al centro de la Plaza, sus uniformes estaban radiantes y sus rostros se veían jóvenes. Miró con la esperanza de que Caitlyn se encontrara entre ellos, pero no la vio. Seguro ella estaba en otro puesto, era una persona demasiado inteligente según había podido percibir Vi.

En uno de los laterales de la academia notó a alguien de pie que la veía fijamente. Era un sujeto alto y delgado, y lo único que Vi pudo advertir era que llevaba la mitad izquierda de su rostro con implantes metálicos. Intentó no mirarlo, pero al ver que él no le quitaba los ojos de encima, se puso de pie y comenzó a acercarse a él. ¿Quién era? Justo antes de contactarlo, el grupo de vigilantes pasó por delante de la chica, haciendo que, al despejar el camino, ya no se encontrara nadie. Quiso volver a su asiento, pero antes de hacerlo se acercó al hueco de la pared donde el sujeto se escondía.

—Eres muy lista, muchacha —dijo, haciéndose visible. Su rostro era enfermizamente delgado, el ojo izquierdo al igual que la mitad de su cara, era totalmente de un frio y mal pulido metal. Su sonrisa era tan desagradable que Vi no sabía si temerle o sentir asco de aquella figura—. Tengo una propuesta que hacerte.

—¿Quién eres? —preguntó la chica con desconfianza.

—Me dicen Phantom. Soy el propietario de un bar de la zona sur de Piltóver, y, al igual que tú, dejé Zaun para "expandirme" —contestó mientras reía—. Oh, vamos, ¿no creerás que no me di cuenta de que eres una Zaunita, muchacha? Lo llevas en ti. No he visto ciudadanos del progreso con tatuajes como los tuyos, ni mucho menos esa vestimenta.

—Estás haciéndome perder el tiempo, y no quieres ser tú el que pierda algo más. —Ella cerró su puño—. Te aconsejo que no me molestes.

—A eso me refiero —añadió el hombre y miró su mano—. El sujeto a quien golpeaste el otro día en la panadería era uno de mis hombres; golpeas bien. Toma esto. —Le alcanzó una pequeña tarjeta de color negro—. Te veo allí esta noche... sólo sigue las luces rojas. —Ni bien dijo aquello se esfumó por el callejón.

Violet observó la tarjeta aún con el entrecejo fruncido y leyó: "Fallen Soldiers nightclub". Sintió curiosidad y, como la persona impulsiva sin remedio que era, decidió que en la noche iría a aquel lugar. Notó que ya era tarde y debía acompañar a Dorothy a la mansión Kiramman, así que regresó con la anciana inmediatamente. Aunque, por el momento, no le diría del encuentro con aquel extraño sujeto.

CIELO AZUL CARMESI (Caitlyn x Vi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora