—Bueno, supongo que esto es un hasta luego—note un nerviosismo en él desde qué... nos besamos, tampoco podía negar que me sentía nerviosa en ese preciso momento
—Buenas noches Elliot—me acerqué a él para besar su mejilla como despedida
—Buenas noche Violette...
ELLIOT
La luz de la mañana llego a mi rostro haciéndome levantar de la cama, y como siempre empecé con mi rutina; cepillarme los dientes, darme una ducha, ponerme una elegante prenda e irme a la cafetería. Después de hacer ese agarre las llaves de mi casa, me había levantado tan temprano como todos los días que me daba tiempo de caminar para ir a la cafetería al igual que a la empresa donde trabajaba.
El frío mes de otoño me recibió nuevamente. Mi cuerpo empezó a temblar del frío, mi nariz de repente se puso tan helada que tuve que poner mis manos como megáfono y expulsar aire por mi boca para calentarla. Puse mis manos en los pantalones de tela y me dispuse a caminar dejando a tras mi casa. Los autos ya transitaban las avenidas, alguno que otro auto salía de su garaje. Varias personas se encontraban caminando en la acera, mis ojos se desviaron a una chica de cabello color cobre de alta estatura al igual que un chico de cabello color negro con la misma estatura de la chica, el chico tomaba de las caderas de la chica mientras que ella tenía enredado sus brazos en el cuello de su pareja sus labios se juntaron y eso hizo que recordara aquel beso en el que la luna había sido testigo de emociones inexplicables.
Saqué mi mirada de ellos y la volví a poner en el camino, solo faltaban unas cuantas calles para ir a la cafetería. Cruzando las calles que me faltaban para llegar a la cafetería me topé con una florería, la decisión que iba a tomar tal vez era la más loca, sin embargo, me animé hacerla. Entre a la florería y pedí un ramo de rosas rojas, recordé alguna conversación que tuve con Violette la cual me había dicho que le encantaban.
Le pague al florista y nuevamente regrese a caminar.
VIOLETTE
Estaba un poco ansiosa por su llegada. Era bastante temprano todavía así que estaba un tanto vacía la cafetería. Únicamente una pareja de ancianos se encontraba sentados disfrutando de sus cafés mientras conversaban.
Deje de apoyar de la palma de mi mano mi mejilla derecha, probablemente en ese momento estaba roja así que la sobe. El sonido de la puerta principal abriéndose hizo detener el roce de mi mano con la mejilla. Una deslumbrante sonrisa se formó en esos labios que tanto deseaba, mi mirada se desvió a su mano en la cual llevaba un ramo de rosas rojas. No dije ninguna palabra sino hasta que él se acercó a mí.
—Buenos días, señorita Violette, le gustaría aceptar este hermoso ramo de rosas—estiro su brazo ofreciéndomelo, lo tome y le regale una sonrisa
—Buenos días Elliot
Pase alado de él para ir a la barra de la cafetería en donde deje el ramo, esto le tomo de sorpresa dejándolo inmóvil en el mismo sitio parado.
—¡Ey! ¿Quieres un café? —exclamé llamando la atención de él
—Creo que debería irme estoy tomando parte de tu tiempo platicando contigo. —se volteó a verme un poco confundido por lo que había dicho
—No importa—apoye mis codos en la barra de la cafetería para luego apoyar mi mandíbula en las palmas de mis manos—me gusta tu compañía
Lo había rechazado tantas veces que hoy iba a ser el final de esos rechazos porque mi corazón y yo sabíamos que lo amaba. Ya habría tiempo para seguir con el trabajo mientras tanto tenía una vida que disfrutar.
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¡Ey! ¿Quieres un café? ✔️ | Historia corta
Short StoryEl mismo café de todos los días. Las mismas sonrisas, pero diferentes vidas. Terminada: el 25 de febrero 2022 Rankings: #18 camarera 4/04/ 2022 #357 wattpadespañol 4/04/ 2022