¡Ey! ¿Quieres un café? ✔️ | Historia corta

Una gran responsabilidad ☕️

VIOLETTE

No tenía una vida social y una pareja.

Pasaba trabajando para salir adelante o mejor dicho "sacar a mi familia adelante".

Trabajar en una cafetería no fue lo que tenía planeado para mi futuro. Cabe recalcar que no era un trabajo en el que ganara mucho, pero, sin embargo, podía alimentar y pagar las deudas de mi familia. La pierna de mi padre no se encontraba en la capacidad de poder trabajar y mi madre tenía que cuidar a mi hermanita Adeline quien solo tenía apenas 7 años, así que ellos dependían de mí. Con tan solamente 23 años y ya cargaba con una gran responsabilidad, vaya vida la mía, ¿Así se sentía ser adulto?

—¿Violette? ¡Violette?!—me sacudió Adeline con fuerza haciéndome sacar de mi estado paralizado 

—¿Si? —pregunte a lo que ella soltó un suspiro dramático

—Creí que te había sucedido algo, te quedaste paralizada por un buen tiempo—me miró preocupada. Ahora pensaba que estaba loca 

—Estoy bien, solo me siento cansada—le seguí peinando su largo cabello color café—puedes continuar contándome por qué no quieres ir al instituto

—Es que... Hanna—una compañera de su clase—les dice a todos que nuestros padres no tienen dinero y que nunca tendré la muñeca nueva que todas llevan a clases

—Adeline, no le hagas caso. —le puse una diadema color blanca decorada con una mariposa al lado derecho —Ya verás que trabajaré más para comprarte esa muñeca—me agache para quedar a su altura y limpie las lágrimas que habían caído por su mejilla con mis dedos—Mientras tanto señorita—llene de besos toda su cara causando que suelte pequeñas risas—tiene que asistir a clases e ignorar a toda persona que le diga un mal comentario ¿Entendido? —sonó como una pregunta y ella respondió con un asentimiento de cabeza—debo ir a trabajar.

ELLIOT

Las hojas de los árboles se encontraban de un color amarillento combinado con el naranja. En cuanto el clima, estaba fresco y eso era agradable.

Siempre me habían dicho que vestía muy elegante a cualquier lugar donde iba y la verdad es que tenían razón, para ir al trabajo llevaba una camiseta de manga larga formal color blanca y unos pantalones de tela color negro, así como unos zapatos bajos formales del mismo color que los pantalones.

Mi destino en este preciso momento era llegar a la cafetería, pedir lo mismo de siempre e irme al trabajo. El sonido de la puerta abrirse llamo la atención de la chica de cabello color café "la verdadera razón por la cual estaba en esa cafetería". 

—Buenos días—hablé con un tono alegre. Violette sonrió a modo saludo al igual que su compañero de trabajo, Bruno

—¿Lo mismo de siempre? —preguntó Violette con una pequeña libreta que tanto conocía de color morada en sus manos para anotar el pedido

—Lo mismo de siempre—le afirmé su pregunta. Con la mirada busqué algún sitio para sentarme cerca de donde Violette iba a preparar el café para charlar un poco con ella. Una vez ya encontrado un sitio para sentarme me dirigí hacia él.

—Salgamos. —tome asiento apoyando algunos papeles que tenía que entregarle a mi jefe

—¿Mmm? —se volteó a verme

—Ya sabes—me rasqué el cuello nervioso— salir a algún lugar—intenté darle mi mejor sonrisa

—Elliot, no puedo tengo trabajo—dijo lo mismo que siempre decía cuando la invitaba a salir a algún lugar

—Entonces... me estás diciendo que nunca en tu vida has tenido una pareja y ni siquiera sales de casa excepto solo para trabajar—me cruce de brazos frunciendo mi ceño para fingir molestia

—Algunos nacemos sin beneficios. —me entrego el café con una sonrisa haciendo que unos hoyuelos se marquen en sus mejillas

—Puedo ser yo el primero—tomé el café con mis manos y lo puse en la mesa color blanca de la cafetería. El olor del café recién preparado llego a mis fosas nasales endulzando cada parte de mi ser.

Amaba el café que ella preparaba.

—¿El primero? —preguntó dándome la espalda para tomar nuevamente la pequeña libreta para atender a las demás personas que esperaban por sus órdenes

—El primero que te saque de casa y te lleve a algún lugar especial.