ELLIOT
El cielo se podía ver a través de una gran ventana grande que se encontraba en el restaurante. La luna en su mayor resplandor al igual que las estrellas daba un buen aspecto.
—¿Te gusta ver la noche? —le pregunté a Violette quien estaba hipnotizada mirando el cielo con su mandíbula apoyada en sus manos mientras que sus codos estaban en la mesa
—Cada noche mi hermanita se escabulla para entrar en mi habitación y ambas admiramos el cielo, en especial a la luna, a ella le gusta observarla—se confesó. La mire y procese cada palabra suya con determinación—Perdón, no sé de qué hablar—soltó una risilla removiéndose un poco en su asiento
—¿Y si salimos a caminar? —propuse juntando mis manos esperando una respuesta
—Eso estaría perfecto.
Pague lo que correspondía de la cena. La mano de Violette se extendió dándome a entender de que la tomara. La tomé y una sonrisa inconscientemente se formó en mis labios. Pasamos la puerta principal de cristal. El frío viento de la noche nos recibió. Los autos transitaban las avenidas, unos que otros taxis recogían y dejaban pasajeros.
—Entonces—ella empezó la conversación— ¿Caminamos un rato y luego volvemos para ver tu auto?
—Había olvidado mi auto—dije, me sentí torpe por haber olvidado ese gran detalle
—Podemos sentarnos allí a conversar un poco—señalo un banco de madera el cual estaba alumbrado por un póster de luz muy cerca del auto
—¿Qué tipo de películas te gusta ver? —solté la pregunta a fin de conversar, la miré mientras nos dirigíamos al banco de madera
—Soy más de ver películas de suspenso o comedias— tomó asiento—¿Y a ti que tipo de películas te gusta ver?—Comedia, prefiero comedia.
—Ok, buena elección—habló emocionada—siguiente pregunta—se tocó su mandíbula como si pensara—¿Tienes pareja?
—Esa pregunta no la veía venir, pero la respuesta es no
—¿No? —preguntó para asegurar mi respuesta. Moví la cabeza indicándole un "no", obtuve un asombro dramático por su parte—y te quejas de que yo no tengo uno—me dio un golpe suave en mi hombre
Me acerqué un poco a ella, ni siquiera retrocedió solo siguió mis movimientos con la mirada. Subí mi mano y sobé delicadamente su mejilla.
—¿Qué haces...? —su voz apenas pudo hacer la pregunta
—Tendrías pareja si tú aceptaras ser la mía—la mire a los ojos sin apartar mi mano de su mejilla
Violette acorto la distancia acercando su cabeza hacia la mía, nuestras narices se rozaban, nuestras respiraciones se chocaban haciéndose una sola.
—¿Puedo...? —pregunté necesitando inmediatamente su respuesta.
—Puedes.
La besé.
Con mis manos acaricié sus mejillas mientras la besaba lentamente dejando que mi mente guardara cada pequeño detalle de ese beso.
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¡Ey! ¿Quieres un café? ✔️ | Historia corta
Storie breviEl mismo café de todos los días. Las mismas sonrisas, pero diferentes vidas. Terminada: el 25 de febrero 2022 Rankings: #18 camarera 4/04/ 2022 #357 wattpadespañol 4/04/ 2022