Capitulo 26

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Después de que papá se calmara fuimos a una ferretería para comprar cosas y crear unas armas.

Nos quedamos en un hotel pequeño y mientras dormía papá creó sus armas.

Papá manejó así Florida al día siguiente para llegar a la casa del mandarín.

Al llegar, papá saltó un muro para entrar y yo sólo lo atravesé. Papá se encargó de los guardias y entramos a la casa. Papá tomó el arma de un guardia y buscamos al mandarín.

Al llegar a una habitación papá y yo nos pusimos en guardia, había una cama y él levantó la colcha asustado a las dos mujeres que estaban en ella.

-tranquilas- ordene usando mis poderes.

Escuchamos una puerta abrirse y nos escondimos detrás.

-Chicas, yo no entraría ahí en veinte minutos- dijo el mandarín saliendo del baño- ¿ahora quién de ustedes es Vanessa?

-Soy yo

-Nessie, ¿sabías que las galletas de la fortuna no son chinas?

-Hay un hombre armado y una niña rara - dijo una de ellas que estaba muy borracha.

-Las hacen los americanos basadas en una receta japonesa- dijo el mandarín y papá salió del escondite apuntando con la pistola.

-¡Oye!- llamé y el mandarín levantó las manos.

-Peligro aquí, peligro aquí- dijo el mandarín.

-No te muevas- ordenó papá

-No me muevo, ¿Quieren tomar algo? Hazlo, pero las armas son falsas porque no quisieron darme de verdad- dijo el mandarín.

-¿Qué?- preguntamos papá y yo al unísono

-¿Te ofrezco a una de mis chicas?

-Ya oí suficiente. Tú no eres el mandarín. ¡¿Dónde?!- gritó papá quitando el seguro del arma-¿Dónde está el mandarín?

-Estás aquí pero no está aquí- Dijo el hombre

-¿De qué hablas?- pregunté

-Es complicado, es complicado.

-Lo es- dijo papá exasperado

-Hazlo fácil. Señoritas, váyanse, levántense y vayan a bañó- dije

El "mandarín" trató de escapar pero papá disparó al suelo.

-Mi nombre es Trevor, Trevor Slattery

-¿Qué eres?- preguntó papá

-Una señuelo, un doblé- empeze a preguntar

-¿Qué?, como un doble, No, claro que no.- papá le apuntó en la cara- ¡No, en la cara no! Soy un actor.

-Tienes un minuto para vivir, aprovéchalo- dijo papá

-Es falso, "El Mandarín", no es real- confesó Trevor.

-¿Qué haces aquí, Trevor?- pregunte

-Buena, tuve problemas con sustancias, y así terminé haciendo cosas… en la calle que no se deben hacer.

-¿Y luego?- preguntó papá más enojado.

-Y luego, ellos me ofrecieron el papel un día y conocen mis gustos.

-¿Te ayudarían a dejar de consumir?- pregunte

-Me dieron más, me dieron este Palacio, cirugía plástica y muchas cosas- y se quedó dormido

-¿Te quedaste dormido?- preguntó papá y le dio un golpe para que despertara.

-Y un hermoso bote deportivo- dijo despertando- Quería que alguien se responsabilizará por unas explosiones accidentales.

LA PEQUEÑA STARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora