2

147 19 13
                                    

¿Por qué había dicho que si? No quería pero si quería... ¿O qué?

Por un lado, Jungmo parecía bastante atractivo y no se veía mala persona.

Por otro, podía tratarse de nada menos que una broma, si estaba jugando con él no sabía cómo reaccionaria.

- Entonces ven, cariño- lo jaló del brazo y plantó un beso en la comisura de su boca.

- ¡Oye!- soltó un grito de delfín, lo había tomado por sorpresa- Y no me digas cariño- se llevó las manos a tallar su mejilla con fuerza y furia- ¡Ni siquiera sabes si me gustan los hombres!

— Ohh, sobre eso, mi radar gay lo detecta, además, te ví y supe que eras mi destinado, si te gustan las tetas me puedo poner o enamorarte y hacer que te gusten los penes.

— ¡¿QUÉ TE PASA?!— abrió grandes los ojos. En su opinión, estaba siendo muy libre en su habla y apenas se conocían.— ¡Ya me voy, dame mi mochila!

— Te llevo a casa, cariño— le guiñó.

— ¡No me digas cariño!— exigió— ¡Dámela!

— ¿Aquí?

— ¡Jungmo!

— Si me dejas llevarte.

— ¡Ya!— suspiró— Bien, vamos.— se giró caminando a paso rápido con notable molestia, o eso parecía.

Jungmo iba detrás suyo sonriendo por lo divertido que era esto para él.

— Wonjin.

— ¿Mh?

— Me gusta tu nombre— lo alcanzó para caminar a su lado.

El otro no dijo nada, sólo siguió su camino sin mirarlo, si lo hacía sus mejillas tomarían color y no necesitaba algo así en ese momento.

— ¿Quién es Kang Minhee?

— El hermano de mi amigo.

— ¿Te gusta?

¿Mi amigo o Minhee?

— No.

— ¿Tienes a alguien?

— ¿Siempre haces tantas preguntas?

— ¿Siempre eres tan cerrado?

— No te conozco.

— Para eso pregunto.

Dieron vuelta en una calle, Wonjin bajó la velocidad del paso.

— No tengo a alguien— lo miró— ¿Quién eres y por qué el interés en mi? No tengo algo que darte, mi familia tiene dinero pero no darían un centavo a cambio si me secuestras.

A Jungmo le pareció lindo como lo miraba, parecía un poco asustado.

— Te dije la verdad, iba caminando a casa de mi amigo, Minhee, cuando mis ojos se cruzaron contigo, sentí algo que me dijo que tenemos que estar juntos.

Se detuvieron frente a una casa.

Wonjin tocó el timbre.

— Gracias por acompañarme hoy, Jungmo, ve a casa de tu amigo— apenas vió que abrían la puerta se adentró sin decir algo más, cerrando de inmediato.

Jungmo ni siquiera pudo saludar a la que sería su futura suegra o despedirse de su nuevo novio.

Cabizbajo abandonó el lugar recordando por dónde iba para algún día volver y conocer a su nueva familia.

Por su lado, Wonjin casi se desmaya, Minjae, el hermano menor de su mejor amigo abrió la puerta y tuvo que asfixiar al pobre para que no hiciera ruido.

— ¿Qué haces aquí? Hyeongjun te esperaba más tarde.

— Un loco me seguía.

— ¿El chico con el que venías?

— Si, pero no lo conozco.

— ¡¿Trajiste un desconocido a mi casa?! ¡Mamá!

— Shht— le tapó la boca.— No es peligroso, guarda silencio, ten— le dió un osito de chocolate que se cargaba en el delgado abrigo.— ¿Junnie está?

— Creo que está dibujando.

— Gracias, bebé.— subió corriendo las escaleras en busca de su mejor amigo de la vida— ¡SONG HYEONGJUUUUUUUN!

Tenía que contarle lo que sucedió.

𝗯𝖾𝘁𝘄𝖾𝖾𝗻 𝗎𝘀 - 𝗺𝗼𝗴𝘂𝗁𝖺𝗆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora