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— ¿Así que no tengo una sola oportunidad?

— Si— murmuró— Pero ya te lo dije.

— No dijiste mucho.

— Te lo dije todo, no es mi culpa que no pusieras atención.

— Pero si puse.

— A ver ¿qué dije?

— Que te gusta tu mejor amigo y tienen planes de casarse si fracasan en el amor porque lo suyo no es en serio... ¿qué clase de persona tiene a alguien que le gusta pero no es serio?

— Sabía que no entenderías.

— ¿El se enojaría si sales conmigo?

— Nou...— miró a otro lado— ¿Pero cómo sé yo que no estás jugando?— infló los cachetes.

— No deberías saberlo, deberías estar seguro.— se puso más cerca del otro— Confía en mi, no te haré daño.— sostuvo su barbilla para que lo mirara a los ojos.— Hasta ahora no he sido yo el que ha mentido.

— Hmm— sintió sus mejillas tomar color— Fue por miedo— susurró— No te conocía. No te conozco ¿no temes tú?

— Lo hago, pero algo en ti me hace pensar que estaremos bien.— sonrió— ¿Tons qué? ¿quieres ser novio de un guapo hombre sexi?

Wonjin dudó un momento.

No perdía mucho, en el peor de los casos podía ser un amorío adolescente que le rompiera el corazón, y en el mejor, sería su gran amor. Aunque si pensaba realista era más probable la primera.

— Sí— respondió menos nervioso.

Jungmo siendo toda felicidad lo atrajo más hacia él uniendo sus labios en un corto y suave toque.

Wonjin sentía sus manos sudar y en ese momento se dió cuenta que se estaba sosteniendo de los lados de la camisa de Koo.

— ¿Dónde está el hombre guapo que va a ser mi novio?— preguntó fallando al evitar que la risita escapara de sus labios.

— No has conocido a uno más atractivo que yo, te lo aseguro— guiñó.

— Cuánto ego.

— Wonjin— puso ambos brazos en la cintura como jarra— Ya se están muriendo — señaló con un dedo a las flores que se marchitaban con el calor sobre la mesa.— ¿Así nos dejaras morir?

— Deja tus dramas de película— rodó los ojos. Se movió de ahí poniendo las flores en un vaso de agua.— Son bonitas— sonrió dejándolas en el centro de la mesa.— Aunque sean de las que crecen en la calle.

— No quería venir con las manos vacías.— se sentó cómodamente en el sillón azul oscuro de la sala.— ¿Me llevas a tu cuarto?

— ¿P-para qué?— cuestionó nervioso en tono casi molesto de no ser por la forma en que le tembló la voz.

— Para verlo nomás— sonrió mostrando los dientes— No seas sucio, no vamos a hacer el delicioso.

— ¡Jungmo!

— A no ser que tú quieras.

Sí quiero. ¡No, calla hormonal! Se reclamó a sí mismo.

— Vamos pero sólo a ver— fue a él. Tiró de su brazo para guiarlo.

— No me importaría si está sucio, más de alguna vez lo encontraré así y tú el mío. Son cosas de pareja ¿sabes?

— Ya cállate.

𝗯𝖾𝘁𝘄𝖾𝖾𝗻 𝗎𝘀 - 𝗺𝗼𝗴𝘂𝗁𝖺𝗆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora