8

85 8 3
                                    

Wonjin podría estar confundido aún respecto a Jungmo, pero luego de aquel beso con Hyeongjun, había aclarado una cosa: si alguna vez había sentido algo por su mejor amigo, eso se había terminado, había sido un beso dónde si, habían sentimientos, pero de estos no llegaban a conocer el término de amor romántico.

Tenían una relación, de eso no había dudas.

De lo que si dudaba era de lo que tenía con Jungmo, ni siquiera sabía si le gustaba realmente o no, había accedido a ser su novio dejándose llevar por lo que dictaban sus sentidos y no su razón.

Lo acababa de conocer ¿hace cuánto? ¿dos semanas? No negaba que sentía algo hacia el chico de actitud audaz, solo que no sabía exactamente qué era. Era atractivo y desde el primer momento supo que hubo algo, sólo que temía que fuese algo pasajero que le pudiese representar problemas a futuro.

Su mente era un caos. Cuando uno sobre piensa hay ocasiones en las que es difícil salir de la burbuja dónde entras.

Wonjin estaba en una situación así ahora mismo, pero sabía que necesitaba dejar de pensar demasiado, sólo quería dejar de pensar y actuar siguiendo lo que sentía tal cómo había hecho hasta ahora.

Pero eso era precisamente lo que le tenía así...

Jaló su cabello como por veinteava vez en una hora, tenía que terminar su tarea de matemáticas pero no podía dejar de pensar en su asunto con Jungmo y como los detalles que solía obsequiarle a Ham siempre le sacaban una sonrisa.

Revisó la hora en su teléfono. Calculó que tenía tiempo de salir por unas dos horas y ya que estuviera más relajado, regresar a terminar su tarea antes de la cena.

Aún metido en sus pensamientos y buscando la forma de sacarlos, salió por la puerta sin avisar que saldría. No era necesario, cualquiera que lo conociera bien sabía que lo podían encontrar en el viejo parque, dónde conoció a Jungmo.

El aire fresco de afuera poco a poco iba que volviera a tranquilizarse y dejar de pensar tanto en lo que haría con sus posibles sentimientos por Jungmo y como descubrir si los tenía o no.

— Oye, bombón, no camines por el sol porque te derrites.— era más que obvio de quién se trataba.

Jungmo estaba detrás de él sosteniendo una sombrilla.

— ¿Eh?— se giró para verlo.— ¡Ah, tú!— se estaba preguntando por qué se sonrojó solo con verlo.

— No me digas tú, dime "mi amor", "cariño", "corazón" no sé, o inventa algo más creativo. ¿Cómo qué "tú"?

— Es que... me sorprendiste— murmuró.— ¿Qué haces aquí?— estaba aún a una cuadra de llegar al parque.

— Iba a tu casita, quería invitarte a tomar algo, hace calor recientemente y supuse que algo fresco no te vendría mal.— sonrió de forma encantadora, una sonrisa que le sacaría un suspiro a cualquiera. En este caso a Wonjin.

— Ya veo...

— Estás raro— tocó su frente— Como más distraído de lo normal, o fuera de ti. ¿Te sientes bien?

— Estoy bien, solo estaba algo estresado por una tarea y salí a despejarme un poquito.

— Mmh, ya. ¿Entonces vienes?— preguntó entusiasmado.

— Un rato, debo volver.

— Por supuesto.

Caminaron cubiertos por la sombrilla que traía Jungmo en la mano un par de cuadras hasta la primer heladería que encontraron.

— ¿Te parece bien aquí?

— Si, no está mal.— entraron mirando las cosas que vendían. Luego de haber pedido muestras de todos los sabores, Wonjin pidió de fresa y Jungmo de mango. Pagaron y salieron a caminar por ahí.

Wonjin miró con atención a Jungmo durante un rato.

Bien, era su novio ¿no? ¿se le hacía guapo? era obvio que sí, ¿le gustaba? había llegado a la conclusión de que aunque fuera algo rápido si, le gustaba, ¿temía salir con el corazón roto si se involucraba más? si pero... ¿y si no salía tan mal?

Quizá lo que necesitaba era abrirse más, dejar de pensar en Jungmo como alguien que lo seguía y estaba jugando porque le había dicho que no era eso ¿entonces debería validar su palabra? Talvez lo único que debía hacer era dejar de pensar cómo actuar o que decir en cada momento y solo dejarse llevar por lo que sentía, eso iba más con él. Ese era Ham Wonjin.

Sonrío después de cuestionarse y obtener la respuesta de quién importaba realmente, él mismo.

— ¿Sabes por qué pedí de mango?— preguntó Jungmo mientras comían su helado concentrados en qué lo que se derretía no saliera del cono.

— Porque estás bien bueno.— dijo sin titubear.

— Así es. Espera ¿qué? ¿tú dijiste eso? Pensé qué-

— Ay, no me digas ¿qué era demasiado tímido? Nah, hasta ahora sólo te he mostrado un lado cerrado de mí, decidí que a vas a ser mi novio deberás conocerme mejor ¿no? Vamos, también tengo un lado atrevido y hasta soy divertido.

— Ya sabía— se alzó de hombros— Algo me decía que no eras solo la facha que me estabas dejando ver. ¿Y ese cambio repentino?— el otro solo se alzó de hombros.

— No sé, pero no quiero ser el único, también quiero conocerte.

— Soy libro abierto, pregunta lo que quieras cuando quieras.

— ¿Dónde vives?

— ¿Quieres ir?















Siete siglos después pero volví, esperen las próximas actualizaciones, estoy a nada de terminar el semestre y tener más tiempo.
Gracias por leer, bellezas.🌷

𝗯𝖾𝘁𝘄𝖾𝖾𝗻 𝗎𝘀 - 𝗺𝗼𝗴𝘂𝗁𝖺𝗆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora