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Nunca fui tan fuerte como prometiste, no paras de aparecer en mis sueños y atravesar lentamente mi esperanza de un regreso para finalmente no dejar nada. No existe metáfora para ti, porque tu no eres nada y al mismo tiempo lo eres todo.

Eras tan frágil que hacías lo posible para esconderlo pero nunca pudiste hacerlo conmigo, recuerdo cada una de las noches en las que lloraste en mis brazos suplicando que me quedara, pero creo que lo que te prometí no valía para ti, porque simplemente me soltaste...la miseria que había en tus ojos no se comparaba a la de tu corazón, tu existencia era tan simple de descifrar que  nadie lo vio.

Desapareciste como el humo de un cigarro consumiéndose sin llegar al final, que alguien piso para matar el fuego porque no podía tenerlo, y supongo que al final ni siquiera valió la pena encenderte.

Alma de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora