Día cinco: concierto

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- ¡Mira eso, Inosuke! - gritaba emocionada la chica de coletas, ambos caminaban de regreso a su casa después de un largo día de trabajo.

- Ya vi, cállate... ¡ES MUY MOLESTO! -apresuró el paso, jalándola del brazo tratando de no lastimarla.

Lo que veían era un concierto, algo que Inosuke realmente gozaría por el hecho de poder gritar a todo pulmón... Pero no, porque era el concierto de un simple chico no conocido, que con tan solo mirarlo el ojiesmeralda se ponía furioso, Aoi lo miraba con mucha emoción. Debía caminar rápido, ¡ella no puede ver a alguien más genial que él!

- Vamoos... ¿por favor? - era raro que ella pusiera un dulce tono de voz, pues solo lo hacía cuando realmente quería que Inosuke hiciera algo.

- No quiero, puedes verlo después. - la alegría que notaba en su novia jamás la veía cuando él hacia algo, eso lo ponía más triste que enojado.

- No es verdad, el concierto acabará en cualquier moment-... - El chico con cabeza de jabalí la cargó hasta la montaña, en la cual había una pequeña cabaña, su hogar. Entró en ella y salió con un bote.

- Toma. - giró el pedazo de plástico hacía abajo dándole a entender a Aoi que se sentara, cosa que ella hizo.

- ¿Ahora qué?, ¿Me vas a regañar por mirar a otros chicos? Sólo quería ir a ver, no es como si te fuera a dejar...

- ¡Silencio! - Inosuke volvió a entrar a la cabaña, se escuchaban ruidos de cosas cayéndose y luego de eso salió.

- Por favor, no estés a punto de hacer alguna estupidez. - ella sabía que viviendo con ese chico que a veces no pensaba, siempre venía lo inesperado, hacía hasta lo imposible cuando quería algo.

- No son estupideces. - el "Rey de la montaña" no podía ser opacado por nadie más y todo lo que alguien hace él también debe saber hacerlo. Sostuvo un palo en cada una de sus manos, y en el suelo dispersó varios objetos de metal y plástico.

- Inosuke, para, no quiero que vuelvan a reclamar por algún estruendo que hagas. -siempre hacía bastante ruido, esa era una de las razones por las que vivían alejados de casi todo, en las montañas.

- ¡Un, dos, y...! - con ambos palos golpeó aleatoriamente las cosas que sacó de la cabaña, no se escuchaba tan mal. Luego empezó a "cantar". - ¡Aooi! ¡La más "biutiful", con comida genial y la amoo!

Ella no paraba de reír, le parecía algo tierno que hiciera eso para ella, aunque en el fondo sabía que era por celos.

Sin duda, el mejor concierto de su vida.

Pareja anormal  - InoAoi Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora