Día seis: recuerdos

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Ella tenía un hermoso noviazgo con Inosuke Hashibira, en el que prometieron nunca dejarse solos.

Se conocieron hace ya siete años, cuando ambos tenían dieciseis años de edad momento en el que estaban buscando empleo.

- Hm... Entonces, buscas trabajo. - Inosuke asintió - ¿Sabes? Aún eres muy joven para trabajar.

- ¡Oye, no me regañes! Sé que tienes mi edad y que también quieres trabajar, entonces eso aplica para ti también.

- Bueno, cuando estás solo tienes que saber como sobrevivir, así que supongo que desde hace mucho tuve que haber trabajado. - En resumen, Aoi quedó huérfana a los cuatro años. ¿Su padre? No tenía, se largó en cuanto supo que ella vendría al mundo, y su madre fue asesinada cuando la pequeña estaba en la escuela. Fue envíada a un orfanato, pero ella escapó debido a que en ese momento era algo rebelde.

- Yo también creo eso... - Inosuke tuvo una vida tranquila, no fue hasta los siete años que su madre murió en un accidente en la carretera de vuelta a su casa del trabajo, dejándolo al cuidado de su padre; el niño no tenía buena relación con él, lo odiaba ya que sabía golpeaba constantemente a su madre, y lo mismo hacía con él. A los diez años su padre también falleció, fue supuestamente un suicidio, aunque lo más seguro es que lo asesinaron por deudas que no había pagado.

- Vaya, pues, escuché de un buen trabajo por aquí, en un restaurante...

Se hicieron amigos cada vez más y más cercanos, se molestaban el uno al otro, se querían y cuidaban mutuamente. Ninguno quería admitir sus sentimientos, según eso del amor era algo estúpido. Ahora tenían veinte años.

- Oye, Ino... - Aoi lo abrazó, estaban sentados en un sillón viendo una película.

- Dime. - raramente estaba tranquilo, solo ella sabía lidiar con él y solo él sabía lidiar con ella.

- Hace mucho que... - "hace mucho que me gustas" eso quería decir, pero por los nervios decidió improvisar y cambiar la frase - Hace mucho que hace frío, ¿podrías traer una cobija?

- Si, claro... - Inosuke esperaba que declarara su amor, pero lamentablemente no fue así. La cubrió y luego ella se acurrucó entre sus brazos, sus mejillas comenzaban a ruborizarse y los nervios seguían aumentando.

Un nudo en la garganta de Aoi comenzaba a formarse, sus manos estaban temblando y ella casi lloraba por la tención del momento. El silencio reinó en aquella habitación, claro, a excepción de la tele.

- Creí que... Yo te gustaba, ¿no te parece una idiotez? Y también creo... que me gustas... - Inosuke rompió el silencio, pero solo logró hacer todo más incómodo.

- Tambien me gustas, tonto.

- Entonces hay que casarnos mañana.

Una declaración algo extraña, pero lo bueno es que luego de eso se hicieron una pareja, no era la más dulce y cariñosa de todas pero al menos funcionaba. Pero bueno, solo un año de novios y luego la boda.

Ahora, ella miraba a Inosuke en una cama de hospital, en la que estaba descansando; se encontraba realmente débil, seguro moriría y esa idea no le gustaba a Aoi, por lo que varias lágrimas salían de sus ojos. Era egoísta de su parte no querer quedarse sola, pero también se preocupaba por su pareja.

- N-no duermas, Inosuke... ¡E-eres un mentiroso, dijiste que no me dejarías sola y nos casaríamos! - eso fue lo único que el chico pudo escuchar antes de morir, la voz de su hermosa novia ahogada en llanto. Le era realmente desgarrador escucharla entre sueños llorar y suplicar que no muriera.

Después de todo, solo le quedaba tener recuerdos de todas sus vivencias con Inosuke, y seguir adelante.

Pareja anormal  - InoAoi Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora