Día siete: historia

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La finca mariposa era un desastre; Aoi había enfermado y las niñas no podían hacerse cargo de cuidarla, pero claro, Inosuke se enteró y fue a verla.

— ¡Por favor, no vaya con Aoi! — exclamó una de las niñas jalando del brazo a Inosuke. Nadie sabía que la enfermera y el chico problemático tenían una relación amorosa, por lo que creyeron que como Aoi estaba furiosa, pelearía con Inosuke.

— ¡NADIE ME DICE QUE HACER! — retiró la pequeña mano de la niña de su brazo, entrando a la habitación donde se encontraba descansando la chica de coletas.

La ojiazul se encontraba descansando tranquilamente, hasta que Inosuke entró haciendo un escándalo.

— ¡AOII! — le dio un fuerte abrazo, debido a que fue a una misión no se habían visto en una semana entera, y que estuviera con ella logró hacerla sentir mejor.

— Mm... — fue lo único que dijo, más bien, fue el único sonido que emitió.

— Pensé que te pondría feliz verme. — retiró su máscara, dejando ver su bellísimo rostro — Kentaro dijo que podría hacer algo por ti, ¡mira esto! — le mostró un libro, y Aoi sonrió.

Hace más de un mes le estaba intentando enseñar a Inosuke a leer y escribir, por lo que la alegró que cualquier cosa que fuera a leer ahora mismo, era exclusivamente para hacerla sentir mejor.

— ¿Qué es? — Inosuke abrió el libro, e intentó descifrar la primera oración que se encontraba en la página.

— Pues obviamente un libro, pensé que lo sabrías. — Aoi soltó una carcajada, esta vez él no tenía un tono de voz ruidoso como siempre, ahora era uno más calmado y suave.

Comenzó a leer.

Una lluviosa noche estaba por comenzar, ella prendió la fogata y se sentó frente a ella, su esposo la abrazó por detrás y se sentó con ella. Ambos se quedaron viendo el fuego, hacia frío afuera pero por la manera en la que estaban, solo sentían calidez.

Esto es estúpido. — paró la lectura, su rostro hacia notar enojo — Es muy cursi, pensé que trataría de acción o algo así.

— Sigue leyendo. — en cambio, a Aoi si le interesaba.

Su alegría no duró mucho, pues en otro cuarto se escuchó un fuerte llanto, proveniente de su hijo. "¡Calla a ese mocoso!" Gritaba el hombre, pues no le agradó que en un momento de tranquilidad con su amada, el niño armara un escándalo.
"Ya voy, lo siento" Contestó la mujer, el miedo se le podía notar desde lejos; cuando su marido se enojaba, nada iba bien.

Unos dos minutos pasaron y el pequeño ya se había calmado, pero ese ambiente amoroso se había roto. La mujer tomó al niño en brazos, lo arropó y salió de su casa, agradeciendo que su esposo estaba dormido. "Lo lamento, parece que hoy tampoco la íbamos a pasar bien" ella sonrió de manera triste a su bebé, no le agradaba el tener que salir de casa cada que eso sucedía, felizmente tenía un buen amigo, con el que se quedaba hasta que las cosas se calmaran; ambos se tenían un cariño muy especial, pero sabían que no podían estar juntos, sin embargo, prometieron amarse apesar de todo.

— Aoi. — la chica de coletas lo miró con atención, una lágrima corrió por su mejilla y luego la abrazó— Es como... la mujer que se parecía a Shinobu...

Gracias a una plática que tuvieron por el enfrentamiento de Inosuke junto a Kanao a la Segunda superior (donde el de cara bonita intentó lucirse contando el relato), sabía que Kotoha Hashibira era maltratada, y que ella se escapó con su pequeño hijo hasta encontrar el "Culto al Paraíso Eterno", lo demás es historia.

— Si... Está bien, tranquilo... — correspondió a su abrazo, dándole palmaditas en la cabeza a modo de consuelo.

Los dos quedaron dormidos, y las niñas escucharon todo, emocionadas por saber que ambos tenían algo, pronto se lo dirían a todos.

. . . .

Ekis, en la primer parte de la historia que contó me acordé de la canción "Que sí" de Mon Laferte.

Aquí acaba la InoAoi Week, espero haya sido de su agrado.

Pareja anormal  - InoAoi Week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora