Jiang Xin

Capítulo 17: Hacer amigos

Lu Shang se despertó a la mañana siguiente con la cama vacía. Como de costumbre, permaneció un rato despierto en la cama antes de levantarse lentamente. Cogiendo su ropa, empujó la puerta del dormitorio para abrirla.

El tiempo era agradable, los rayos de sol entraban por la ventana, haciendo que la habitación fuera cálida y acogedora. Se quedó quieto y se concentró en escuchar; se sorprendió un poco al doblar la esquina. En la esquina había una pequeña cocina, dentro Li Sui estaba preparando el desayuno con una sartén. Debía de acabar de añadir el aceite, ya que el sonido crujiente era fuerte y claro.

"¿Estás despierto?" Li Sui se volvió para mirar a Lu Shang, sus ojos obviamente se iluminaron un poco, una extraña timidez también estaba en sus ojos.

Lu Shang no podía describir la rareza de esta escena, pero se sentía como si estuviera en una telenovela de recién casados. No le gustaba el humo y el aceite, así que no entró, en su lugar se apoyó en el marco de la puerta, "¿Qué estás haciendo?"

"Rollos de tortilla".

Había algunos ingredientes básicos en la nevera, así que los invitados podían cocinar si querían, pero muy pocos lo hacían. Li Sui dio la vuelta a la tortilla y la sacó con suavidad, colocó el huevo en un plato y empezó a untarlo con salsa.

Lu Shang esperó a que el aceite y el humo del aire se disiparan antes de entrar. En un cuenco de cristal había un montón de tiras de pepino cortadas uniformemente, en otro había tocino horneado, el extremo de las tiras se enroscaba tentadoramente. Al lado de los ingredientes había una olla de cerámica, dentro hervían gachas de calabaza, el vapor blanco subía continuamente, un apetitoso aroma de dulzura impregnaba la habitación. La proporción de carne y verduras era la adecuada; la salinidad se mezclaba bien con la dulzura, la comida estaba cuidadosamente equilibrada. Naturalmente, no podía haber tantos ingredientes en la nevera, así que Li Sui probablemente se levantó muy temprano para comprar los ingredientes en el mercado.

"¿Cuál es la ocasión?"

"Nada, de repente quise cocinar". Li Sui bajó la cabeza para enrollar la tortilla, cortarla en dos mitades y colocar una de ellas en otro plato. Luego fue a recoger dos cuencos de gachas.

Lu Shang lo miró un rato en silencio, y luego fue al baño con muchas cosas en la cabeza. Cuando terminó de lavarse y se cambió de ropa, el desayuno ya estaba servido, esperándole en la mesa del comedor. Li Sui estaba sentado en la mesa del comedor, quitando las cáscaras de las gambas. Acababa de terminar de procesar un cuenco de gambas cuando salió Lu Shang. Las cáscaras de las gambas estaban limpias, incluso había desvenado los camarones, dejando sólo un cuenco de carne de gamba distendida y tierna.

La extraña sensación en su corazón se profundizó, pensando que este chico debía haber tomado la medicina equivocada.

"¿Quieres probar un poco?" Li Sui le miraba con expectación en sus ojos, también se podía ver algo de ansiedad.

Alejando sus pensamientos, Lu Shang se sentó en la mesa del comedor. Cogió los palillos y se detuvo un poco: "¿Hiciste todo esto tú mismo?".

"Sí".

La capa exterior del rollo de tortilla parecía una corteza dorada y tenía un grosor moderado con un encanto esponjoso. Cuando sus dientes se hundieron en el huevo, fue recibido con una piel crujiente. Al rasgar la piel, los huevos cremosos se desbordaron en su boca. La cantidad de salsa era la adecuada, brotando de entre las capas, haciendo aflorar la refrescante fragancia de los pepinos y el aroma del tocino ahumado en un solo bocado. El sabor no sólo era sublime, sino también familiar.