Negan era entrenador en una escuela secundaria, su vida era sencilla y monótona, con una familia perfecta a la que debía mantener unida y proteger, era fácil hasta que ya no lo fué.
Después de que se diera a conocer un virus que afectó al mundo entero en poco tiempo, se había comunicado que era fácil enfrentarlo con una cuarentena, está se extendió por más de dos años.
Cuando todo parecía volver a la normalidad aparecieron nuevas enfermedades que nadie supo de dónde salieron, el mundo no estaba preparado para otro virus y todo se volvió un caos.
Los tomó tan de sorpresa que ni siquiera llegaron a ponerle nombre al virus que traía a los muertos de regreso.
Negan era un hombre fuerte e inteligente, pero no estaba lo suficientemente preparado para mantener con vida a su familia.
La primera vez que vió a un caminante supuso que simplemente se trataba de un enfermero que podía manejar, lo amarró a una cama y fué a una farmacia cercana para ver que podía darle, cuando regresó su mujer estaba desangrándose en el piso de la habitación. Limpió la herida pero nada bajaba la fiebre de su Lucille, él se puso muy mal y entonces se dió cuenta que esa cosa no era un simple enfermo y para prevenir cualquier cosa, entró al cuarto y deshizo el cráneo de ese ser errante con un bate de béisbol que le había dado su mujer en navidades pasadas.
Su hijo vió todo eso y salió corriendo asustado, pensando que su padre era un monstruo que había asesinado a una persona enferma e indefensa.
El hombre fue detrás de su hijo pero fue muy tarde, ya lo habían acorralado al menos cinco de esas cosas, vió con sus propios ojos como se comían a su pequeño Herder, nunca pensó que podía experimentar tanto dolor en su vida, observaba en cámara lenta la forma en la que le arrancaban la carne a su hijo, su sangre manchaba el piso al igual que las bocas y manos de los muertos vivientes.
Los vió alimentarse de su hijo sin que pudiese hacer algo, impotencia recorría su cuerpo y no reaccionó hasta que sintió el bate resbalarse de sus manos. Aún manchado de sangre de aquel ser que había mordido a su esposa, lo recogió del suelo y lo apretó entre sus manos, corrió hacia los que atacaban a su hijo e impactó con todas sus fuerzas los cráneos de aquellos que alguna vez fueron humanos.
Enterró los pocos restos que encontró de su muchacho y después de llorar sobre la tumba de su hijo regresó con Lucille, esta ya estaba convertida en un mordedor.
Perdió a las dos personas más importantes de su vida el mismo día y no teniendo el valor para matarse, siguió su camino.
Se encontró con varias personas en el trayecto, todas con el mismo final; la muerte, ya sea por enfermedad, hambre o mordida, todos seguían perdiendo la vida, se preguntó a sí mismo que estaba mal con él, tal vez era por su culpa que todos terminaban igual.
Un día vió a un flacucho niño rubio de ojos azules, estaba arriba de un árbol, huyendo de un caminante que lo jalaba del pie, de inmediato corrió a rescatarlo, no le costó mucho deshacerse de aquella cosa asquerosa.
— Ya estás a salvo chico, ¿en dónde está tu familia?
El niño no le contestó pero no se rendiría tan fácil.
— Ven, vamos al río, podemos beber algo de agua o nadar, este calor hace que me suden las axilas, apuesto a que también a tí.
El niño soltó una leve risa que fue un salvavidas para el hombre sin esperanza.
— Bueno, estás invitado a mi día de campo, yo me adelanto.
Negan caminó lentamente, y escuchó al niño bajar de aquel viejo árbol, siguió su camino a paso lento, para que el menor pudiera seguirlo.
Al llegar a la orilla se quitó la camisa y pantalones, quedando en sus largos boxers de cuadros rojos. Se echó al río y miró al niño.
Esa fue la primera vez que Negan observó correctamente al menor, tan pequeño e indefenso, seguramente sin nadie a su lado y supo que si no se quedaba con él, moriría en poco tiempo.
— ¿Cuál es tu nombre?
— Niall — contestó tímidamente y se acercó para tomar agua con sus dos manitas.
— ¿Tienes hambre, Niall?
Sabía la respuesta pero quería que hablara con él, tenía semanas sin ningún contacto humano.
Al contrario de lo que Negan quería, Niall simplemente asintió y tomó más del agua.
Así lo encontró, sucio y con hambre, exactamente como estaba él.
Pasó la tarde ganándose la confianza del pequeño rubio y buscando algo de comer para los dos.
Al pasar los meses ambos encontraron lo que necesitaban; Niall un padre que lo protegiera y Negan un hijo en el cual apoyarse para seguir día con día.
No pasó mucho para que encontraran a un grupo, no era muy grande pero había varios tipos fuertes y con carácter, sin embargo eran inútiles. En poco tiempo Negan se convirtió en el líder y a Niall no le hizo falta nada desde entonces.
Ay como me inspira narry.
Voten y comenten o no subo el primer capítulo.
(づ ̄ ³ ̄)づ
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Ready to run; ns
أدب الهواةEn un mundo apocalíptico en el que matar es completamente normal, Niall se enfrenta a sí mismo, convencido de que su forma de ver la vida dadas las condiciones del actual mundo es la correcta, se enfrasca en sí mismo y no reconoce que afectar a los...