𝐈 | Vidas separadas

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❝ Algunas palabras terminan una guerra
y otras causan una decapitación.❞

➤; Desconocido

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Año 3510 ; Krabert, provincia de la corona

El aire fresco del bosque era enriquecedor en un día soleado era maravilloso, esos efímeros momentos donde podía estar cabalgando durante una cacería eran gratificantes para el príncipe Shōto que perseguía a su presa junto a los perros y el resto de la guardia privada.

Había un muy buen clima para pasar el rato haciendo otras actividades que no implicaran reuniones o planificar sus próximos pasos para demostrar que es un digno heredero.

A lo lejos, Todoroki vio una silueta e hizo un movimiento con su brazo para que el resto de sus vasallos detuvieran el trote. El encargado de llevar la bandera retrocedió hasta esconderse detrás del príncipe y esperó en silencio las siguientes órdenes. Algunos miraron con pena el ciervo que dejaron escapar, pero las quejas se hicieron mudas al ver que un mensajero uniformado de la capital se acercaba a gran velocidad.

El graznido de un ave volando sobre sus cabezas se hizo oír.

Iida Tenya, el mejor amigo y aliado de mayor confianza de Todoroki, agitó su cabeza para que los soldados se acercaran al recién llegado con sus arcos listos en caso de que fuera una trampa. Nunca deben bajar la guardia cuando salen de cacería en caso de que se trate de una emboscada, lo que ocurrió en el pasado, incluso dentro de la seguridad del castillo tienen que mantener los ojos abiertos; los soldados acataron la orden, siempre listos para defender en caso de un ataque sorpresa.

El mensajero terminó de acercarse y al instante fue seguido por guardias de la capital, sus uniformes rojos con armaduras negras eran inconfundibles, el principal enviado descendió de su caballo y bajó la cabeza con los brazos extendidos, enseñando un mensaje en forma de rollo.

—Yo, el chambelán de los armeros, he traído noticias para mi príncipe de parte del Gran Primer Ministro, Aizawa Shōta.

La mención de confidente de su padre hizo a Todoroki bajar de su caballo, esperó pacientemente a que uno de los guardias le alcanzaran el mensaje. Cada vez que el actual Primer Ministro enviaba noticias de forma tan repentina se debían a que su padre iría a una campaña de emergencia o exigía su presencia en el castillo para aprender sobre el manejo del sultanato.

El príncipe se apartó del grupo en completo silencio sin mostrar sus emociones y al sacar la carta de su rollo reconoció la letra de Aizawa.

« —Nuestra majestad, su excelencia el Sultán Enji Todoroki, la noche del 22 de septiembre después de su rezo por la tarde en su tienda en el campo militar Silubat, inició su ascenso final hacia Synias todopoderoso ingresando a su paraíso.

Su excelencia, el Príncipe Todoroki Shōto debe llegar a la capital cuanto antes

Todoroki no necesitaba leer la misiva por segunda vez y tampoco hay que pensar demasiado en el punto del mensaje, lo que iba a suceder a continuación era evidente.

Volteó hacia Iida que lo miraba con curiosidad, su mejor amigo negó con la cabeza sin entender las razones tras los indescifrables sentimientos que se reflejaban en los ojos del príncipe.

Se miraron fijamente un largo rato hasta que Iida al fin pudo comprender el trasfondo de aquella mirada y su peso, miró hacia un lado brindando un pésame para sí mismo y se dirigió al caballo del príncipe donde estaba la platinada espada. La sacó de su funda sin mostrar dudas en las facciones de su rostro y fue con Todoroki.

El Sultanato de Shōto: El Magnífico © || TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora