𝐈𝐈 | Si lo deseas, lucha

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❝ Él se enamoró a primera vista,
y esa una pasión a la que siempre
se ha mantenido fiel.❞

➤; Anthony Powell

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Año 3510 ; Xicaea , Palacio Astiria

Varias personas, principalmente omegas, estaban reunidos en el extenso pasillo del harén tratando de averiguar las nuevas noticias y conocer a los recién llegados.

Los nuevos integrantes de los concubinos de la corte siempre eran motivo de interés, porque nunca se sabe cuándo puede aparecer un favorito, afortunado o una pareja no legítima entre todos ellos; aunque siempre que llegan lucen muy descuidados y solo unos pocos eran capaces de sobresalir incluso con su belleza mancillada por tierra, mal olor y manchas de humedad en su ropa rota.

Mei Kalfa, la asistente principal del palacio imperial, acomodaba a los nuevos en una fila empujando sus rostros, estómagos y espaldas para que tengan una mejor postura, eso la ayudaría a ver su potencial dentro del harén. Todos debían estar en línea y con el mentón en alto.

Los susurros del piso superior atrajeron la atención de Emi Kalfa que se inclinó hacia Chisaki Agha para que les dijera a las chicas que se callen. Desde abajo, el joven de cabello azabache les dijo que regresaran a sus cuartos y no lo obligaran a subir, los favoritos se rieron entre ellos de sus malas bromas mientras las encargadas seguían con su escrutinio, rostro por rostro.

—Envía a los seleccionados a los baños y que los examine la doctora del harén —La mujer iba apartando a los elegidos que tenían mayor probabilidades de atraer la atención del Sultán por su rostro.

Se detuvo un instante frente a Midoriya.

Los ojos del rebelde omega brillaban más que los de cualquiera, su mirada esmeralda podía intimidar hasta a un alfa, pero Emi ya estaba acostumbrada a esa clase de jóvenes agitadores que se negaban a cooperar.

Lo apartó en un gesto brusco, de la misma forma que hizo con el resto y siguió con su inspección.

—A los otros llévenlos abajo, encárguense por la mañana.

Cuando Chisaki se acercó a Midoriya, este no tardó en reaccionar de forma violenta, después de alimentarse y descansar en el barco pudo recuperar las fuerzas que necesitaba para volver a resistirse a cualquiera que intente ponerle una mano encima.

Intentó apartarse agresivamente atrayendo la atención al instante.

—¡Suéltenme, déjenme, les digo que me suelten!

Entre los forcejeos y quejas, los presentes no notaron que en el piso superior frente a las puertas del harén pasaba la Sultana Madre, la Valide Sultan, quien ostentaba ese título por primera vez en la historia del imperio gracias a su hijo que le dio ese derecho, nadie, a excepción del mismo Sultán puede atreverse a cuestionar sus órdenes.

Rei pasaba por el harén junto a Fuyumi cuando escuchó los gritos y guiada por la curiosidad se asomó para ver lo que estaba ocurriendo.

La persona que gritaba alteraba el orden dentro del harén, Rei fue informada por una de sus sirvientas que el omega problemático era un recién llegado de Cruviel y un regalo de su imperio vecino como muestra de cordialidad, para mantener la tensa alianza. Rei frunció el ceño por los reiterados gritos, especialmente cuando vio a dos eunucos sujetando al omega intentando arrastrarlo a los baños y solo consiguiendo una patada en el proceso.

En medio de la disputa, Chisaki Agha fue el único en darse cuenta de la Sultana Madre, con un simple gesto ella le indicó que llevaran al chico insolente a sus aposentos. El joven suspiró, previendo que iban a iniciar los problemas.

El Sultanato de Shōto: El Magnífico © || TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora