𝐈𝐕 | Trucos indignos

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❝ El amor es lo mejor y al mismo
tiempo lo peor del mundo.❞

➤; Jorge Amado

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Año 3510 ; Xicaea , Palacio Astiria

Los invitados extranjeros que se acercaban al palacio para felicitar y reconocer al nuevo Sultán, repetían lo mismo.

Un hombre joven y apuesto, tiene una mirada decidida que impresiona a los sabios, su comportamiento calmo, confiado y sereno es lo opuesto a su padre que era estricto y temperamental, tiene una apariencia noble y distante, a simple vista se notaba su ascendencia ilustre.

Aunque es nuevo en el trono en comparación con su contemporáneo, el Sultán Katsuki del Imperio Bresolune, puede tomar decisiones rápidamente y aplicarlas de inmediato, ya tiene el favor del pueblo tras decapitar a los ministros y legisladores corruptos dentro de la corte.

Otro hecho sobresaliente, es que Todoroki sigue de cerca lo que sucede en el mundo fuera de su imperio y predice acerca del futuro entre las relaciones externas, incluso ha mostrado mayor tolerancia y aceptación con su imperio vecino, reconociendo el poder militar del Sultán Katsuki y firmando un acuerdo a la distancia para no entrar en conflictos bélicos en años venideros, contrato que se irá renovando cada tres años.

Dentro del palacio las cosas eran menos pacíficas de lo que pensaban los invitados que pasaban por allí.

Midoriya se preparaba fervientemente para su encuentro con Todoroki, usando especialmente un vestido blanco para dar una apariencia de pureza e inocencia, fue vestido con hermosas telas dejando al descubierto sus hombros y manos, llevaba un caftán sin mangas, brazaletes de oro en sus muñecas, pantalones completamente blancos y no muy ajustados, sandalias bajas con tobilleras a juego con el resto de las joyas y cuando estuvieron por ponerle un collar estilo gargantilla, Midoriya se alejó.

Tuvieron que hablarle muy severamente sobre la importancia de usarlo en las visitas al Sultán, porque ninguno ha marcado a nadie desde el comienzo del Imperio Okoroa, y solo porque era una obligación, aceptó usar la gruesa tela blanca que formaba la gargantilla con perlas y cubría su nuca en totalidad. Dicen que para un omega su nuca es el lugar más preciado, pero Midoriya lo sentía como la zona que más quiere exponer, como demostrando su libertad. Se tragó las palabras mordaces y terminaron de vestirlo, acomodaron la diadema de plata en su frente una última vez y Midoriya fue a rezar a Nytia antes de su anhelada reunión.

Shōto estaba en sus aposentos, bebiendo vino cada tanto y analizando su apariencia en el espejo, asegurándose de que todo estuviera en orden.

Tiene confianza en su buena apariencia, algunos dijeron que solo podía ser superado por su hermano Tōuya, pero ignorando la existencia de su hermano mayor, era atractivo. Sabe que no va a ser rechazado, sin embargo, le gusta sentirse lo suficientemente adecuado y satisfactorio para otro, le subía un poco el ego aunque no lo dijera.

Ambos se preparaban a su manera para esa primera noche, cada uno recordando los esporádicos momentos que pudieron verse.

Todoroki miró a Iida que estaba haciendo los arreglos finales dentro del cuarto antes de retirarse, salió de los aposentos del Sultán mientras Midoriya pasaba por el camino dorado con el corazón latiendo desbocado; ni siquiera le dio atención a Chisaki Agha cuando le dijo que esa noche podría cambiar su vida y destino, la mente de Midoriya estaba inmersa en volver a presentarse frente al Sultán de mirada turquesa y gris.

Todoroki le dio la espalda a la puerta, esperando expectante a que su reciente interés atravesara esas mismas puertas, vestido y listo para estar con él, deseando volver a escuchar su voz que sólo pudo oír decir su nombre una vez. Sacó al resto de los sirvientes antes de que siquiera llegara Midoriya y regresó a la posición de antes, tratando de ocultar su ansiedad.

El Sultanato de Shōto: El Magnífico © || TododekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora