No me dejes

Capítulo 7

- ¿Qué hace este aquí? ~pregunté~.
- Me ha contado todo lo que le has hecho, ¿crees que es normal que puedas comportarte así? ~me recriminó mi madre~
- ¿Cómo? ¿Acaso la culpa es mía? ¿Se puede saber que te ha contado este?

Thomas guardaba silencio y me sonreía mientras ponía un gesto de victoria que me provocaba una rabia muy profunda.

- Me ha contado que te has liado con John enfrente de él, me ha dicho que le abandonaste y que cada vez que llorabas lo hacías para que él cargara el muerto. Me ha contado que llamaste puta a su mejor amiga, porque pensabas que era su nueva novia, cuando sabías perfectamente que eran sólo amigos. ¿Te parece una forma de comportarse? Me da vergüenza haber invertido tanto dinero en tu educación para que en estas situaciones te comportes de esta manera, Alicia.

Mi madre siempre trataba de llevarme a los mejores colegios ya que como mi padre y ella trabajaban, se lo podían permitir.

- Primero, me parece fuerte que desconfíes de tu hija, segundo, no puedes recriminarme todo el dinero que gastaste en colegios privados cuando sabían perfectamente que yo quería ir a uno público con Brenda; tercero, te recuerdo que un día llegue a casa llorando y te conté todo lo que Thomas me había hecho, ¿de verdad piensas que sería capaz de inventar todo eso? ¿qué ganaría? ~comencé a lloriquear~.
Mamá, si de verdad piensas que yo he sido capaz de hacer todo eso, y le crees a él antes que a mi, seguir viviendo aquí sería la cosa más absurda que he hecho en mi vida.
- Qué inmadura eres ~comentó Thomas~.
- Vete a la mierda.
Comencé a correr escalera arriba y mientras mi madre debatía abajo con Thomas por mi decisión, hacía la maleta sin tener un lugar donde dormir esta noche. No pensaba ir a casa de Brenda para preocuparla, pero tampoco a la de John para seguir alimentando las dudas de mi madre.

Terminé de hacer la maleta, bajé las escaleras y fui a la puerta. Mi madre me impidió que saliera, pidiéndome perdón y diciendo que jamás desconfiaría de mí, pero ya era tarde, estaba muy dolida, aunque se tratase de mi madre.

Salí, Thomas se reía de mi por la ventana del salón, mi madre lloraba y gritaba. No iba a volver atrás, he tomado una decisión.