「7」

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Aquella mañana pintaba ser diferente, Jimin lo supo, Yoongi le había escrito y le dijo que alguien quería contratarlo para la construcción de un instituto, uno grande y moderno; el día estaba extrañamente soleado, no parecía que fuera a llover; se había levantado temprano y le había dado tiempo a desayunar tranquilamente mientras veía sus redes sociales y algunas noticias; había salido temprano de su casa y no tuvo que correr así que sus pies no dolían para nada.

Todo parecía indicar que sería un buen día, tranquilo y satisfactorio.

Pero eso perdió sentido cuando al abrir la puerta del último vagón vio a Jungkook.

No lo había vuelto a ver desde que lo acompañó a su casa, eso fue hace tres días, supuso que el chico habría cambiado de horario en esos días, ya sea por falta de clases o por alguna otra cita médica.

Todo en aquel día parecía estar bien, menos Jungkook.

El chico tenía una hoja sobre su pierna, pero esta apenas tenía un par de trazos que aún no daban forma a nada, Jimin lo pudo ver cuándo se acercó a su lado.

Pero eso no fue lo que realmente le preocupó, sino la cara triste y roja del chico, sus ojos estaban llorosos y rojos, parecía haber llorado.

Jimin no pudo evitar preguntarse porque un chico tan alegre y animado como Jungkook, podría estar triste. Desde que lo conoció, jamás lo vio triste.

Algo que también llamó su atención fue que Jungkook no llevaba una gorra, usualmente el siempre llevaba una gorra que conjuntaba con su ropa, pero esta mañana su cabello castaño estaba libre.

Jimin tomó asiento al lado de Jungkook, sorprendiéndose de que este no se hubiera dado cuenta de su presencia, quien seguía mirando la hoja sobre sus muslos fijamente con el lápiz en su mano pero sin moverlo.

-Jungkook.-Jimin decidió hablar, haciéndolo parpadear-.Buenos días.

Jungkook se sobresaltó un poco-.Oh, Señor.-el lápiz cayendo de su mano.

Jimin se apresuró en inclinarse y atraparlo, impidindo que rodara lejos, entregándoselo después a Jungkook.

-Aquí tienes.-Jimin le sonrió, sin embargo no recibió una en respuesta como normalmente pasaba.

-Gracias.-Jungkook tomó el lápiz, agarrándolo en un puño.

-¿Como has estado?.-Jimin insistió.

-Uh...bi-bien...-Jungkook le miró, una pequeña sonrisa en su rostro.

Pero no era aquella sonrisa de siempre, era una sonrisa forzada, su rostro estaba lleno de tristeza y preocupación.

Jimin quiso saber que hizo que el chico estuviera así.

-¿Está todo bien?.-Jimin se atrevió a preguntar.

Jungkook no respondió, sin embargo asintió con la cabeza, Jimin dudó, vio como Jungkook apretaba sus labios entre ellos, como si tratara de contener algo.

Y Jimin supo que era lo que Jungkook trataba de contener, las lágrimas, lo supo cuando una fina línea salado resbaló por su mejilla y Jungkook se apresuró en limpiarlo con el dorso de su mano. Sin embargo, los hombros comenzaron a temblarle suavemente, haciendo que Jimin se comenzara a preocupar seriamente.

-¿Jungkook?.-Jimin preguntó suavemente.

No recibió respuesta, los labios de Jungkook seguían apretados entre ellos, ahora más lágrimas resbalando por sus mejillas, sus hombros comenzando a temblar cada vez con más intensidad.

Jimin actuó por impulso, queriendo hacer sentir, de alguna manera, mejor a Jungkook. Elevando su mano y rodeando los hombros del castaño hasta atraerlo a el, dándole un pequeño abrazo.

Thirteen. (Jikook).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora