Thirteen. (Jikook).

「10」

Jungkook miraba impaciente hacia la puerta del vagón, esperando a que se abriera y por ella entrara Jimin, estaba ansioso, tanto que ni siquiera había pintado nada aquella mañana, ni siquiera había sacado su material para pintar.

Dio un brinco cuando Jimin apareció por la puerta del vagón, luciendo su impecable traje gris junto a su maletín negro, este le sonrió una vez que lo distinguió, caminando directo hacia el.

—Hola Jungk...

Las palabras de Jimin quedaron atascadas en su garganta cuando el chico se levantó para darle un fuerte abrazo, pillándolo desprevenido.

Pero a pesar de lo sorpresivo de aquella acción, Jimin devolvió el abrazo, enredando sus brazos alrededor del cuerpo del castaño, sonriendo levemente.

El tren se puso en movimiento y ambos se tambalearon debido al movimiento inicial, separándose y soltando una pequeña risita mientras se miraban.

—Siento haber sido impulsivo.—el castaño se disculpó, sentándose.

—Está bien, no te preocupes.—Jimin le restó importancia—.Pero, ¿A que se debe?.

—Yo...realmente estoy muy agradecido con usted por...

—Para empezar...—Jimin detuvo a Jungkook—.Creo que ya puedes dejar de tratarme de usted.—rió—.Ya se que soy mucho mayor que tú, pero ahora que somos más cercanos y nos conocemos un poco mejor, puedes hablarme de tu.

—Uh.—Jungkook abrió sus ojos, sorprendido—.¿Puedo?.

—Puedes.—confirmó—.Puedes llamarme Hyung simplemente.

—Oh.—Jungkook mordió su labio inferior—.¿Seguro que está bien?.

—Si, Jungkook.—Jimin dio un golpecito a la gorra de color negra que llevaba aquel día el menor.

—Entonces...Hyung.—dijo aún algo indeciso—.Yo, quiero agradecerle...

—¿No acabo de decirte que ya no me trates de usted?.—Jimin recordó.

—Oh, si, lo siento.—Jungkook tapó su boca, mirando a Jimin con algo de vergüenza—.Quiero agradecerte por haberme ayudado el día de ayer, realmente me encontraba muy mal y me sentía muy perdido y tú no dudaste en ayudarme.—le sonrió.

—No tienes que agradecer por nada, Jungkook.—le sonrió—.Fue un placer ayudarte.

—Claro que debo agradecerte, Hyung, y mucho.—afirmó, serio—.Cualquier persona hubiera ignorado mi malestar y hubiera seguido con su vida, pero tú decidiste parar y ayudarme, sin importarte si faltabas a tu trabajo o si te hacía perder el tiempo.

—No lo digas así...—movió su gorra para molestarlo—.Ya te dije que no fue ninguna molestia para mí ayudarte, al contrario, de verdad me alegra mucho haberte podido ayudar.

Jungkook asintió con una amplia sonrisa, bajando la mirada—.Le hice caso, hablé con mi hermano.

—¿Que te dijo?.—Jimin prestó atención al menor, intrigado por saber la respuesta.

—Al principio se enfadó mucho, quería buscarlo y golpearlo.—soltó una pequeña risita—.Pero conseguí calmarlo y hablé con el.—esta vez su sonrisa era de ternura—.Me escuchó, me entendió, me apoyó...—sus ojos se cristalizaron.

—Hey.—Jimin acarició su hombro, tratando de animarlo—.Eso es bonito.

—Si.—asintió—.Por eso te agradezco mucho por haber cuidado de mi y haberte tomado el tiempo para escucharme y ayudarme.—miró al mayor, una lágrima escapando de sus ojos—.Si no hubieras hablado conmigo no me habría atrevido a hablarlo con mi hermano, tal vez lo hubiera dejado pasar, tal vez ni siquiera le habría recriminado algo a
...—suspiró—.Gracias por ayudarme a entender mi situación y lo que debería hacer, si no hubiera sido por ti tal vez hubiera dejado que el siguiera tratándome así.

—Ya te dije que no hay nada que debas agradecerme, fue un placer ayudarte.—sacó un papel de clínex de su maletín para dárselo al menor y así que limpiara sus lágrimas—.Estoy contento de que mi actuar te haya servido para darte cuenta de una mala situación y ahora quieras cambiarla.—le sonrió—.Un chico tan lindo y bonito como tú no merece ese trato.

Jungkook soltó una pequeña risa tímida, limpiando sus lágrimas con el papel que Jimin le dio, mordiendo su labio inferior.

—Tal vez debería dedicarse a la psicología también.—Jungkook bromeó, mirándolo—.Da buenos consejos.

Jimin negó rápidamente con la mirada—.No creo que sea buena idea, a mis amigos les doy muy malos consejos.

—Pero a mi si me dio buenos consejos, Hyung.

—Tu eres distinto.—volvió a golpear suavemente la gorra del menor.

—Ouh...—Jungkook inclinó su cabeza, mirando a Jimin—.Me siento tan especial.—bromeó.

Jimin soltó una risita, mirando a través de las ventanas para asegurarse de que a ninguno de los dos se les fuera a pasar su parada por estar hablando.

—Y dime...—Jimin carraspeó, estaba pensando como preguntar aquello sin sonar entrometido—.¿Que harás con tu novio?.

Jungkook apretó sus labios, tragando saliva, Jimin lo notó por el movimiento de su garganta—.Lo he estado evitando por ahora, pero hoy lo enfrentaré.—aseguró—.Lo he estado pensando mucho y he decido terminar con esta relación.—le confesó—.Ya no me siento a gusto ni cómodo pensando en estar junto a él, me he dado cuenta de muchas actitudes que el tenía conmigo que no eran para nada agradables, pero era demasiado tonto para darme cuenta...

—Oye.—Jimin golpeó su pierna con cariño—.No digas esas cosas, lo bueno es que te diste cuenta a tiempo.

Jungkook asintió—.Así que definitivamente la mejor decisión es terminar con el.—suspiró—.Hoy hablaré con el para dejarlo todo claro.

Jimin asintió, mordiendo su labio inferior y sintiendo cierta preocupación por el chico—.No quiero entrometerme pero...tal vez deberías ir acompañado, ¿No?.—lo miró con seriedad—.Ya sabes, a veces las rupturas se tornan agresivas y puede salirse de control.

—Gracias por preocuparte por mi, Hyung.—inclinó su cabeza—.Mi hermano estará allí.

—Eso es un alivio.—Jimin suspiró, dándose cuenta de que se estaban acercando a la parada en donde el menor debía bajarse.

Jungkook pareció darse cuenta también, acomodando su mochila sobre su hombro, y mirando hacia Jimin para sonreírle.

—Gracias de nuevo, Hyung.—el castaño agradeció una vez más, mirándolo con sus grandes ojos brillando—.Has sido muy bueno conmigo.

—No tienes que agradecerme, ya te lo he dicho.—Jimin negó con la mano.

El tren se detuvo y Jungkook tomó valentía para inclinarse hacia Jimin y dejar un pequeño beso en su mejilla, su rostro tornándose rojo pero la sonrisa sin desaparecer.

—Ya nos veremos, Hyung.

Poniéndose de pie, Jungkook se despidió con la mano de un estupefacto Jimin, que se había quedado estático ante el gesto del menor.

Cuando las puertas se cerraron y el tren se puso en marcha de nuevo, Jimin parpadeó, volviendo a la realidad y llevando su mano a la mejilla que el menor había besado, tragando saliva.

Quitó cualquier pensamiento de su cabeza, negando con la misma, pensando que solo había sido una muestra de agradecimiento. No debía pensar más allá de eso.

Si, eso era.