MUSA || MarianoxCamilo

Clío

𝙴𝚂𝚃𝙰𝙵𝙴𝚁𝙼𝙾
𝙿𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚊𝚍𝚊 𝚢 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚎𝚖𝚋𝚘𝚋𝚊𝚍𝚊.

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Dolores siempre deseo probar aquello que sus padres lograron formar. Sabe que las relaciones no son miel sobre ojuelas y que mantener una es poner su granito de arena todos los días, aunque sea con acciones pequeñas que hagan entender al otro que el sentimiento sigue vivo.

A sus veintidós años sus rupturas amorosas son numerosas y debe admitir que lo único que siempre buscó es una persona que solo tuviera oídos para ella, incluso cuando no decía palabra alguna, sin embargo su destino dictaba nunca tener en sus brazos tan deseada persona.

Pensó desde temprana edad que su tan aclamado amor imposiblesería la persona que siempre escuchaba soñar enseñar las obras que la habían cautivado, y cuando al fin logro que la viera estuvo casi segura que lo suyo sería hasta que la muerte los separe, pero las cosas no siempre salen como uno lo planea, menos de medio año ambos decidieron terminar con la relación.

Mariano era su hombre de ensueño... como amigo, y no la mal interpreten, es solo que Mariano era casi todo lo que buscaba, no obstante el sentimiento que sofoca hasta el alma se perdió al empezar la relación y el tampoco mantuvo el deseo mucho tiempo que digamos.

Consiguió su mejor amigo pero, ¿A qué costo?.

- Entonces, ¿Qué te parece el poema que escribí?, ya se que me escuchaste escribirlo, pero a qué está mejor leerlo termiado, verdad. - Mariano le entrego una hoja donde escrito con pluma se encontraba la nueva creación.

La chica de ascendencia caleña leyó el nuevo manoescrito del poeta y recordó como la noche anterior apenas lo escucho escribir en esta ocasión.

- Si solo hubieras escrito esto mientras salimos, de seguro seguiríamos juntos. - Se volvió a acostar en el pasto verde y volteo a ver a su acompañante.

Mariano se rió y se sentó apoyándose del árbol que se encontraba dandoles sombra.

- Tu sabes que es mentira linda, y en esa época nunca habría podido escribir esto. - Sentirse inspirado era una sensación que nunca quería volver a perder.

La plática continuo con diversos temas, dígase chismes hasta que la Madrigal quería confinar lo que su audición le informó.

- Hmn, ya dime quién es la nueva musa.- Se volteo de lado, recargando su cabeza al brazo derecho para mirar directamente al azabache.

- Usted ya sabe, no se haga la inocente. - Un suspiro de decepción escapo de la morena.

- ¿Es qué, porque de todas la personas él?. - Se sentó enfrente a Marino, y lo agarró de las manos.

- No se siemplemente pasó. - El Guzmn miro a su amiga con ojos de enamorado...ya lo había perdido.

- Seguro que no lo confundiste con Isabela, por que buenos ya sabes están juntitos. - Dolores seguía con la esperanza de estar equivocada.

- Nunca confundiria tal pedaso de Angel con ella. - Volteo a ver a su izquierda muy inquieta por lo declarando, núnica imaginó a alguien hablar así de él.

- Por favor no hable así de mi hermano enfrente mío. - Era demasiado extraño pensar que su hermano era la musa definitiva.

Mariano se paró y recargo todo el pesó de su cuerpo en el gran guayacán mirando al orizonte con aquella mirada de enamorado.