Es increíble como todo lo que solía ser normal, pasaba al olvido y lo reemplaza una nueva cotidianidad. Solía tener una buena familia, una de dos, pero familia al fin y al cabo. Mi progenitor jamas existió en mi vida, pero siempre estuvo mi madre quien cumplía ambos roles. Una mujer que se llevaba mi admiración completa, llena de vitalidad y una energía deslumbrante.
Unos meses antes del inicio escolar comenzo a apagarse.
El cáncer empezo a consumir su ser y no quedaba mas que esperar a que ocurriera un milagro si es que existían.
Me vi en la obligación de conseguir un trabajo para ayudar con los gastos médicos y cambiarme a un instituto que me quedará cerca de éste. Mi vida habia cambiado demasiado pero mi madre valia todos los cambios del mundo.
El café donde trabaja se encontraba a dos cuadras de la estación de trenes, por lo general siempre estaba lleno y hoy no era la excepción.
—Un café doble y un trozo de pastel relleno de fresa por favor
— En unos minutos estará listo—anoté aquel pedido en mi libreta y me dirigí a entregar la comandaYa era la segunda semana que trabaja aquí, mis colegas eran muy amables y apesar de los nervios me pude adapatar bien, necesitaba el trabajo asi que puse todo de mi por aprender rápido.
Mientras esperaba aquel café sobre la barra, la campana de la puerta hizo su sonido y acontinuacion varias voces se hicieron escuchar.
—Hey, ¿No son equipo de tu preparatoria? — pregunto Nori, quién se encargaba de servir las bebidas.
En efecto si eran de Inarizaki, y con ellos estaban los tres chicos con quienes almorcé
— ¿Los conoces Nori? — ella automáticamente levanto su vista de la taza y la clavo en mi.
— Viviría en una caja si no los conociera. Ese equipo es literalmente una celebridad por aquí — realmente no conocía de que me estaba hablando, hoy habia sido mi primer día, no me di el tiempo de conocer nada de aquel establecimiento.
— Los hermanos Miya son muy populares entre las chicas, pero no son los únicos. — puse aquel pedido en mi bandeja y la llave con su respectivo dueño. Luego de agradecerme y desearle un buen provecho me retire a la siguiente mesa.Eran al rededor de cinco, dos de ellos desconocidos para mi
—Hola buenas tardes, bienvenidos a little cofee, ¿En que puedo ayudarlos? — al escuchar mi voz tres de los presentes me miraron desconcertados
—¿Kimimaro? Que coincidencia encontrarnos aquí — Osamu me había dedicado un pequeña sonrisa
— Trabajo aquí así que mucha coincidencia no es— respondi con un tono medio divertido mientras elevaba un poco mi libreta y mi bolígrafo. —¿Ya saben lo que ordenaran? — anote en mi libreta su orden y me puse en marcha a la barra pero mi accionar fue detenida por una mano en mi muñeca, mi vista cayo directamente en un profundo verde oliva. El me solto inmediatamente como si lo que hubiera hecho fuera impulso
— ¿Kimimaro verdad? — solo pude asentir con la cabeza sin saber que hacer —¿P-puedo ordenarte algo más? — no les voy a mentir, mi pulso se habia acelerado un poco por nada.
— Si, por supuesto— añadí con una sonrisa cálida en mi rostro.
—uh...¿brownies tienen? Una porcion de chocolate amargo por favor— luego de tener una afirmativa de mi parte y elegir el sabor me encamine para hacer mi deber.
Tenía que ayudar esta vez a preparar las malteadas pedidas y revanar sus aperitivos.Nori quien habia estado observando la situación, sentía que el bicho de la curiosidad le picaba cada vez mas. No conocia de mucho a Kimimaro pero podrias darte cuenta facilmente que ella no era demasiado sociable y por algun motivo termino en medio de los rompe corazones del Inarizaki.
— Acabo de ver eso y no lo creo. — Karumi quien preparaba las malteadas para la mesa de cinco miro a Nori, con su cabeza ladeada sin comprender que trataba de decir — oh vamos, acabas de tener una especie de encuentro con Suna Rintarou ¿Sabes que ese chico bonito rompio muchos corazones? Más de lo que puedo contar.
—Exageras demasiado Nori, me pidio brownie no una cita— respondi de lo mas divertida— ¿Tu como sabes eso?Si miramos detenidamente a aquel zorro de ojos rasgados, no hay nada que puedas descubrir, Suna parece un enigma, no demuestra ni refleja nada.
— En esta prefectura todo se sabe niña.
Al llegar a casa no hay nadie quien me de la bienvenida o me reciba con la cena lista. Mi hogar ya no era mi hogar. Ni siquiera es la sombra de lo que algún dia fue.
No puedo evitar sentirme sola, y mi corazon solo sabe llenarse de angustia. Quiero seguir siendo una niña pequeña, sin responsabilidades demasiado grandes.
Miro mis manos y me pregunto ¿como es que todavia puedo cargar tanto peso? Solo es cuestión de tiempo para que todo empiece a caer.
Ni siquiera intento prender las luces y hago el recorrido hacia mi habitación
Hoy también me saltaría la cena.
Cuando mi espalda toco aquel colchón ligero de espuma pude sentir como se relajaba.
Mis ojos se cerraron, por inercia o por cansancio vaya a saber uno y lo unico que mi subconsiente me recordó fue aquel castaño de metro ochenta.
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𝓢𝓱𝓮'𝓼 𝓲𝓷 𝓽𝓱𝓮 𝓻𝓪𝓲𝓷 | 𝓢𝓾𝓷𝓪 𝓡𝓲𝓷𝓽𝓪𝓻𝓸
ФанфикElla está en la lluvia. Cuando miro lo hermosa que es, el tiempo se detiene. Incluso si está herida, no lo demuestra Tengo tanto miedo de ver el final. Recomiendo leer con: Tipografía Source sans pro ...